■ Su proyecto Vida Sana no se meterá en política, señaló la ex velocista sonorense

Ana Guevara buscará rescatar el deporte del DF, como coordinadora

■ Desea hacer realidad la máxima de que se perdió una gran atleta, pero se ganó una gran dirigente

Jorge Sepúlveda Marín

La medallista olímpica Ana Guevara está de regreso, pero ahora del lado de la dirigencia, como titular de la Coordinación de Cultura Deportiva, Física y de Salud del Gobierno del Distrito Federal, cargo en el que ayer le dio posesión Marcelo Ebrard Casaubon, con quien acordará directamente.

Con un presupuesto inicial de 200 millones de pesos, la ex velocista, retirada de las pistas hace 91 días, atacará tres ejes fundamentales del proyecto Vida Sana, con la creación de una cultura del deporte en los habitantes capitalinos, la recuperación de espacios para la práctica deportiva que aleje a jóvenes y niños de la delincuencia y la drogadicción, así como regresar a los deportistas de la ciudad de México al primer plano nacional.

Al mando de la coordinación que involucra al Instituto del Deporte y las secretarías de Salud, de Educación Pública y de Servicios Urbanos locales, Guevara apuntó que trabajará a la par de las dependencias señaladas, porque sólo con la labor de todas en su conjunto es como se logrará el gran desafío de avanzar.

Apasionada por los retos, indicó que espera le alcance el tiempo para lograr que la gente se active, que haga eco del lema “Una ciudad en movimiento”, y mientras se define dónde despachará, este sábado podría encabezar su primera actividad y el lunes abanderará a la delegación del DF que participará en la Olimpiada Juvenil Nacional.

Negó que fuera a convertirse en una “burócrata de escritorio”, ya que saldrá a la calle acompañada de sus colaboradores, entre los cuales contará con ex deportistas de calidad, porque quiere cumplir el reto “sumamente ambicioso de poner al DF en el primer lugar” en el medallero del país, así como buscar alianzas con la iniciativa privada.

Retirada del atletismo luego de denunciar los malos manejos que hizo Mariano Lara en la federación respectiva, la ex velocista sonorense –quien se desplaza ahora en una moto Harley-Davinson– ayer se mostró más cauta sobre la asistencia de los mexicanos a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Apuntó que será una de las “participaciones más pobres”, con sólo dos o tres posibles medallas, pero dijo que será mejor esperar los resultados en agosto, para hablar de la realidad del deporte nacional.

Alejada de la política, porque su proyecto es “ciento por ciento deportivo”, la subcampeona olímpica dejó en claro que no se meterá en asuntos de esa índole, “porque cuando la política se mezcla con el deporte, se acabó la fiesta”, apuntó.

Luego de comentar que entiende y respeta la situación actual del país, apuntó que le gustaría mucho que no hubiera ninguna intervención del gobierno federal para obstaculizar, y sí para ayudarla en su encargo, que es lograr que la gente del DF pueda practicar actividades deportivas que le reditúen una vida mejor.

“Se perdió a una gran deportista, pero se ganó a una excelente dirigente” es la máxima que quiere hacer realidad Ana Guevara en su nuevo encargo, el cual tendrá como grito de lucha: “Yo sí soy capaz”, frase bordada en cientos de alhomadas en diversas formas y colores que regalaron durante su presentación.