■ Absolutamente ilegales, las reformas aprobadas de manera clandestina: Ricardo Ruiz

El PRD-DF impedirá que se consume el albazo

Rocío González Alvarado

El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital, Ricardo Ruiz Suárez, aseguró que no permitirán que el albazo que se consumó en el Senado y la Cámara de Diputados, con la reforma al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, se concrete en la Asamblea Legislativa porque se movilizará a los ciudadanos para evitarlo.

El perredista calificó de “absolutamente ilegales” los cambios aprobados de manera “clandestina” a las normas que rigen al gobierno de la ciudad, porque pasó del Senado directamente al pleno de la Cámara de Diputados, sin consultar a los integrantes de la Comisión del Distrito Federal.

“El procedimiento demuestra la doble clara de quienes piden se liberen las tribunas con el argumento de que se trata de un espacio para debatir, y aprovechan la vía rápida para realizar una reforma en la que debieron participar los actores involucrados. Estamos viendo que diputados de otras entidades deciden a nombre del Distrito Federal cuáles deben ser sus normas”, expresó.

Agregó que se trata de un acuerdo cupular en el que participó el dirigente de Nueva Izquierda (NI), René Arce, sin consultar al PRD, en alianza con PAN y PRI, con la intencionalidad de “hacer una mayoría que ya está apalabrada y acordada” en la Asamblea Legislativa para validar los cambios.

“Sé que hay diferencias, pero hasta ahora se había consultado al partido, había cuando menos información, ahora fue absolutamente al margen, nos enteramos como se enteraron los ciudadanos, lo cual no es válido ni de acuerdo con nuestras normas, y menos políticamente”, puntualizó.

Indicó que el PRD nacional tendrá que decidir qué actitud tomar, pero nosotros “vamos a pedir castigo”.

En su opinión, entre los cambios más graves se encuentra la aprobación para que existan partidos políticos locales, sin que haya garantía para evitar que surjan agrupaciones “patito o de negocio” sin ninguna representación, y la remoción de los miembros del Instituto Electoral del Distrito Federal, pues a diferencia de su par a nivel nacional, “aquí no hubo ningún cuestionamiento a la actuación de los consejeros que motive su relevo”.

Esto sólo se puede entender como un mecanismo para imponer consejeros a modo, que legalicen a los partidos que piden registro, y que ya el próximo año puedan participar, con control sobre ellos, agregó al señalar que si bien las reformas son un hecho, van a estar pendientes de los lineamientos de operación de las mismas que pasan por el órgano legislativo local, como es el cambio en el Instituto Electoral del Distrito Federal, e impedir que partidos paraestatales ingresen por la puerta de atrás.