■ No descarta que Beltrones esté detrás de la corriente formada en el sindicato magisterial

Desconfía la CNTE de Tercera Vía, grupo creado “para quitar el poder” a Gordillo

■ Los dirigentes de los estados ya dudan de que la maestra pueda controlar todos los hilos

Laura Poy Solano

La lucha que prevalece en la cúpula elbista ha generado “gran confusión y desconcierto” entre las dirigencias estatales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), las cuales “han empezado a poner en dudad si Elba Esther Gordillo puede seguir controlando todos los hilos”, aseguró Homero Polito Domínguez, ex operador gordillista e integrante de la corriente denominada Tercera Vía.

Dijo que como parte de un proceso de reflexión, en las próximas semanas convocarán a un encuentro nacional para “definir el rumbo del movimiento y abrirlo a la participación de todos los maestros que quieran sumarse para acabar con el cacicazgo elbista en el gremio”.

Cuestionado sobre la identidad de quienes forman esta corriente, afirmó que la encabeza Gaudencio Bravo Sánchez, ex secretario general de la sección 24 de Querétaro y ex representante del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE en la sección 50 de Nuevo León, pero rechazó dar a conocer al resto de los integrantes, por “temor a represalias de elbistas”.

Vamos a reservarnos los otros nombres, “porque así hemos venido trabajando. La dirigencia nacional lo sabe, pero no les queremos decir quiénes operan en los estados para evitar una cacería. Tercera Vía tiene presencia en prácticamente todas las entidades del país”, dijo.

Por su parte, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron que tras la creación de la Tercera Vía, “hay muchos intereses oscuros, y no descartamos la presencia de viejos priístas, como Manlio Fabio Beltrones, enemigo acérrimo de Elba Esther”.

“Es evidente la mano del PRIAN (en dicha corriente), donde convergen panistas y priístas que no están totalmente de acuerdo con Gordillo, y esto les permite conjuntarse”, pero su alternativa sólo es una: “escisión de la cúpula elbista, que ahora quiere agruparse en torno a pequeños cacicazgos en todo el país”.

Artemio Ortiz Hurtado, dirigente del magisterio “democrático” en Michoacán, afirmó que como disidentes, “consideramos positivo cualquier esfuerzo por acabar con el cacicazgo elbista, por lo que puede haber puntos de encuentro”, pero advirtió que cada quien lanzará sus iniciativas, “porque derrotar a Elba Esther no implica acabar con los grandes problemas que afrontamos por la podredumbre de la cúpula charra”.

Informó que como parte de la Junta Nacional de Gobierno Sindical del SNTE, contingentes de la CNTE presentarán una iniciativa para que “desde la base se discuta el proceso de descomposición de la dirigencia nacional, lo que nos permita debatir en un congreso nacional el destino de nuestro sindicato y disputar a los elbistas el reconocimiento de la bilateralidad en las relaciones de trabajo con las autoridades federales”.

Por ello –insistió–, “podemos coincidir en la exigencia de la salida inmediata de Gordillo del gremio, pero desde la CNTE estamos construyendo con otros contingentes magisteriales un verdadero proyecto de sindicalismo al servicio de la sociedad”.

Lucha, sin marchas

Polito Domínguez destacó que, como parte de un movimiento “comprometido con la transformación del SNTE, trataremos de conciliar lo que sea posible con otras agrupaciones, como la CNTE, pero queremos dejar muy claro que estamos en favor de la educación, y nuestra estrategia no sería sacar a la calle a los maestros y dejar sin clase a los alumnos”.

Insistió en que prevalece una crisis interna en la cúpula elbista, por lo que Gordillo Morales “no tiene condiciones para operar un cambio de estructura ni convocar a un encuentro estatutario, pues prevalecen señales cruzadas, y esto ha convertido al SNTE en una arena de confusión”.