■ En misiva a la Ssa enumeran irregularidades en la gestión del actual directivo
Trabajadores del INER, en total oposición a que se relija Cano Valle
■ Indican que muchas de las obras no son funcionales e incluso nada apropiadas para pacientes
Ampliar la imagen Trabajadores del INER se quejan por las instalaciones de buen aspecto pero poca funcionalidad Foto: Carlos Cisneros
La disputa por la dirección del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) dio inicio con el pronunciamiento de más de 500 trabajadores que rechazan la posible relección de Fernando Cano Valle. Los inconformes enviaron un documento al titular de la Secretaría de Salud (Ssa) y diversas instancias, en el que dan cuenta de presuntas anomalías ocurridas en la actual administración.
Señalaron, entre otras, que durante los pasados cinco años se construyeron 13 edificios que “se ven muy bonitos, pero no son funcionales”. Uno es el de la consulta externa, cuyos espacios son muy estrechos, carece de ventilación natural y tampoco cuenta con los filtros de aire para evitar la transmisión de enfermedades, principalmente porque la mayoría de los pacientes del INER tienen algún mal infectocontagioso, como la tuberculosis.
Al respecto, Cano Valle, quien confirmó su interés por participar en el proceso para la renovación de la dirección general del instituto, sostuvo que “quien acusa debe comprobar”, y aseguró que el INER estuvo abandonado durante 20 años. El área de la consulta externa, dijo, era un lugar de hacinamiento, sin seguridad para el paciente ni para el médico.
El nuevo edificio, señaló, se construyó en 10 meses y cumple con los requisitos de seguridad para personal y enfermos. Cuenta con 26 consultorios y otros adicionales para el servicio de otorrinolaringología. Además, aunque no ha sido inaugurado oficialmente, ya empezó a funcionar.
No hay ventilación
La nueva consulta externa se localiza en un primer nivel, pero en el proyecto inicial no estaba previsto un elevador. Sin embargo, debido a que los usuarios del INER llegan con complicaciones respiratorias a causa de enfisemas, por ejemplo, tuvo que modificarse el plan para incluir el ascensor.
Los trabajadores inconformes afirmaron que las ventanas están selladas y, con ello, nulificada cualquier posibilidad de ventilación natural. Dijeron que el sistema de aire acondicionado tampoco satisface las necesidades del servicio, porque “el área se convierte en un refrigerador”, lo que resulta perjudicial para personas afectadas de males de vías respiratorias, que son las que acuden al INER.
“Otro caso grave”, comentaron los empleados, es el edificio de neumopediatría, cuya inauguración debió ocurrir hace dos años; sin embargo, la construcción aún no termina y durante varios meses estuvo parada por problemas con la empresa constructora.
Hace poco más de un mes, el instituto convocó a una nueva licitación par concluir la edificación, lo que implicó un incremento en el monto del presupuesto programado inicialmente. Los trabajadores calcularon que con el nuevo contrato se requerirán alrededor de 14 millones de pesos adicionales a los 17 que ya se gastaron.
Cano Valle aseguró que en dos meses quedará terminada la nueva unidad, “única en su tipo en México”. Sobre el aumento de los costos, comentó que “siempre que se hace obra pública se está sujeto a avatares de incremento de costos, pero para eso hay auditorías”.
Al referirse a la indagatoria que realizó el Órgano Interno de Control, comentó que las observaciones que emitió están dentro del plazo legal para ser contestadas.
Desde octubre pasado, más de 500 trabajadores suscribieron la carta dirigida al secretario de Salud, José Ángel Córdova, en el que dan cuenta de las presuntas irregularidades, algunas de las cuales también tienen que ver con la compra de equipos médicos modernos, mientras persisten carencias de instrumentos elementales para el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos respiratorios.
Hace unos días reiteraron su escrito y solicitaron al secretario su intervención para que se realice una investigación exhaustiva de la administración de Cano, y abiertamente declararon su interés porque el funcionario deje el cargo.