Usted está aquí: viernes 25 de abril de 2008 Ciencias Sangre menstrual puede reparar el tejido muscular en el corazón

■ La proporción de éxito es 100 veces mayor a la obtenida con células madres

Sangre menstrual puede reparar el tejido muscular en el corazón

■ Científicos de Japón aclaran que la investigación todavía no puede utilizarse “con fines clínicos”

■ El método eliminaría el rechazo del sistema inmunitario: Shunichiro Miyoshi

Afp

Tokio, 24 de abril. La incomodidad que para muchas mujeres representa el ciclo menstrual podría ser compensada en el futuro por el poder curativo de su sangre, aplicable a corazones enfermos, según investigadores nipones.

Los científicos trabajaron con la sangre menstrual de nueve mujeres que cultivaron durante un mes, centrándose en un tipo de célula que actúa de forma similar a las células madres.

Aproximadamente 20 por ciento de las células menstruales empezaron a latir espontáneamente después de tres días de haber sido introducidas in vitro con células de corazones de ratas.

Las primeras formaron posteriormente una especie de capa propia del tejido muscular del corazón.

La proporción de éxito es 100 veces mayor a la obtenida con células madres extraídas de la médula humana (entre 0.2 y el 0.3 por ciento), según Shunichiro Miyoshi, cardiólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Keio y uno de los autores de la investigación.

Los experimentos posteriores revelaron que el estado de las ratas que habían sufrido ataques cardiacos mejoraba tras recibir células procedentes del ciclo menstrual.

Miyoshi señaló que las mujeres podrían llegar a utilizar su propia sangre menstrual.

Es posible desarrollar “un sistema en el futuro próximo que permita a las mujeres utilizar (la sangre) para su propio tratamiento”, declaró a la Afp.

Recurrir a la propia sangre del paciente es siempre la mejor manera de eliminar uno de los mayores riesgos que plantea el uso de células: el rechazo del sistema inmunitario.

Miyoshi sostuvo que la sangre menstrual podría utilizarse para hacer acopio de un tipo de células que contienen varios sistemas de HLH (antígenos de leucocitos humanos), claves para el sistema inmunitario.

Estas células pueden ser almacenadas en un tubo del tamaño similar a un dedo y ser cultivadas cuando sea necesario. “Si no son utilizadas en 100 años, pueden guardarse durante 200 ó 300 años”, según este experto.

Aunque no pueden ser consideradas células madres, tienen gran potencial para desarrollarse como células musculares, por lo que podrían ser utilizadas además para tratar la distrofia.

Miyoshi aclaró que la investigación todavía no puede utilizarse “con fines clínicos”, puesto que antes quiere “encontrar el factor definitivo que convierte a las células en un corazón”.

Las células madres embrionarias tienen la propiedad de transformarse en cualquier tipo de células del cuerpo humano, por lo que potencialmente pueden ser utilizadas para remplazar tejidos u órganos enfermos o dañados.

Pero su extracción, que requiere destruir un embrión, cuenta con muchos detractores, desde la Iglesia católica hasta el presidente estadunidense, George W. Bush.

Una alternativa es obtener células madres adultas a partir de órganos como la médula espinal, pero el procedimiento es doloroso e invasivo.

Hace poco científicos japoneses y estadunidenses lograron dirimir el dilema ético al transformar células humanas de la piel en células madres con las mismas propiedades que las extraídas del embrión.

 
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