■ Largo silencio cuando el encargado de la puja pidió $90 mil
Subastan en $85 mil monumento funerario de Pedro Infante
■ El comprador y la familia prefirieron evitar a la prensa
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La subasta del mausoleo de Pedro Infante, un fiasco
Foto: José Antonio López
A 51 años de su muerte, Pedro Infante, ídolo de México, sigue siendo noticia, negocio, dolor vivo. Ayer, en la casa de las subastas Louis C. Morton su monumento mortuorio, como pomposamente se le llama a la lápida, a los floreros, al cristo de metal, al granito hecho testimonio de recuerdo, alcanzó el precio, tras una puja infame, de 85 mil pesos.
Fue el lote número cien de la subasta número 475, en la lujosa casa de Las Lomas, precedida de la compraventa de piezas de arte, cuadros de pequeño formato que alcanzaron 400 mil pesos, que hicieron ver mezquino lo ofrecido por el granito de la lápida del llamado Pepe el Toro.
La paleta 27
La oferta inicial fue de 50 mil pesos; de ahí brincó a 60 mil y de cinco en cinco hasta 85 mil. Cecilia Infante, sobrina del intérprete de Flor sin retoño, era testigo único de la familia. El comprador levantó la paleta número 27. El subastador pidió 5 mil pesos más para llegar a 90 mil, pero el silencio cundió en las salas. No tuvo más remedio que golpear la mesa y gritar: “vendida en 85 mil pesos”.
De inmediato las decenas de representante de medios de comunicación presentes en el acto trataron de entrevistar al comprador, quien prácticamente huyó por una puerta interna. También buscaron hablar con Cecilia Infante, quien respiraba agitada y exigió cuatro minutos de espera, pero al ver tal cantidad de cámaras y grabadoras, también huyó.
La jefa de comunicación y mercadotecnia de la casa de subastas, Viviane Curistein, explicó que el comprador pidió el anonimato, que era un enviado, un representante, y que el monumento mortuorio, dividido en 26 piezas, le será entregado una vez que liquide el monto. Añadió que es normal que algunos compradores pidan el anonimato.
Así, en dos minutos tan intensos como profundos, la lápida o monumento mortuorio, de frío granito, pasó a manos de particulares. El próximo año de seguro continuará el rito que hace revivir la leyenda, el mito, la inmortalidad de Pedro Infante y los personajes de sus películas, como La Chorreada, pero no será lo mismo para los miles y miles de personas del pueblo que año con año van y le cantan a Pedro, su Pedrito, Las mañanitas.