■ El Muletas, lugarteniente de los Arellano Félix, y un policía municipal, entre las víctimas

Deja 13 muertos y al menos cinco heridos enfrentamiento entre sicarios de Tijuana

■ Se habla de otros cuatro fallecidos en la lucha interna del cártel por el control de la plaza

A. Heras y G. Castillo (Corresponsal y reportero)

Según datos oficiales, fue de trece muertos y al menos cinco heridos el saldo de un enfrentamiento armado ocurrido la madrugada de este sábado en las calles de Tijuana, Baja California, donde falleció, entre otros, Luis o Raybel López Uriarte, El Muletas o El Furcio, lugarteniente del cártel de los Arellano Félix, cuyos centros de operación se concentraban en Tijuana, Baja California, y San Diego, California.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 5 de la madrugada, cuando un grupo de sicarios disparó ráfagas de rifles de asalto AR-15 y AK-47 contra una decena de integrantes del crimen organizado que se encontraba sobre el bulevar Insurgentes, en las inmediaciones de la Macroplaza, en la zona poniente de Tijuana.

En ese lugar fue ultimado El Muletas, junto con siete personas que vestían uniformes del Grupo Táctico de la Policía Federal y que se encontraban a bordo de camionetas de reciente modelo. López Uriarte era el brazo armado de Teodoro García Semental, El Teo, encargado del trasiego de droga del cártel de los Arellano Félix, aposentado en las áreas sur y oriente de esta frontera, y que recientemente ha entablado una disputa por el control de la organización con los líderes históricos, es decir, los familiares de Benjamín Arellano Félix.

Otros enfrentamientos se reportaron en la colonia Soler y en la rampa del cañón Buenavista, donde hubo otras dos ejecuciones, aunque uno de los muertos pertenecería al grupo agresor.

Fuentes consultadas aseguraron que el enfrentamiento fue entre integrantes del crimen organizado, ya que se trata de una especie de “purga” del cártel de los hermanos Arellano Félix, toda vez que bajo la coordinación de El Teo se había “calentado la plaza”, porque además del trasiego de droga “trabajaban por la libre” en secuestros, levantones, ajustes de cuentas y hasta robo de cajeros automáticos.

Trascendió que la agresión estuvo a cargo de un comando armado perteneciente a Jorge Briceño, El Cholo, considerado del círculo más cercano a la familia Arellano Félix.

Recuento de caídos

De acuerdo con la información, en el bulevar Insurgentes murieron ocho personas, y se considera que fue el principal enfrentamiento, mientras que otra persona fue ultimada en la salida a Tecate, en las inmediaciones del panteón Monte de los Olivos.

Otros dos cuerpos se localizaron en las cercanías del hospital Guzmán, que se ubica en el camino que une Playas de Tijuana con el centro de la ciudad. Allí hubo un enfrentamiento de agentes de la Policía Estatal Preventiva con sicarios.

Dos cuerpos más se encontraron en la rampa del Cañón Buenavista, aunque todo parece indicar que uno de ellos formaba parte del grupo de agresores. Asimismo, otros dos sicarios murieron en centros hospitalarios, donde ingresaron heridos por arma de fuego. Uno de ellos fue indentificado como Juan Carlos Rosas Cortez, aunque se investiga si es su verdadera identidad.

Trascendió que uno de los muertos es policía municipal, mientras que entre los heridos hay un elemento de la Policía Federal, aunque no se ha comprobado su identidad, pero fuentes federales aseguraron que el uniformado resultó lesionado al tratar de detener a un grupo de siarios.

Presencia tardía

A pesar de que la agresión se reportó en varios puntos de la ciudad, con un saldo que incluyó muertos y heridos, ráfagas de metralleta y convoyes, en los que los comandos se trasladaron por las principales vialidades de Tijuana, las autoridades militares, federales, estatales y municipales se presentaron en las escenas del crimen tiempo después de los hechos sangrientos.

Esta acción se realizó sólo a dos días de que fuera acribillado El Big Boy, ex jefe policiaco estatal, quien fue ultimado junto con otra persona y sus cuerpos tirados en el fraccionamiento Los Venados, situado en el camino que conduce a Tecate. El Big Boy, un expolicía judicial estatal, tenía el dedo índice mutilado y en su vientre se encontró una lata con billetes y monedas estadunidenses.

Estos hechos se reportaron horas después que se reunieran en la ciudad de México el gobernador panista del estado, José Guadalupe Osuna Millán, con el titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el procurador General de Justicia del Estado, Rommel Moreño Manjares, y el comandante de la II Región Militar, quien el pasado jueves denunció la infiltración del crimen organizado en las corporaciones policiacas de Baja California, principalmente en la procuraduría estatal.

Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron que personal ministerial participa en la investigación, en “colaboración” con las autoridades locales, toda vez que ni siquiera la delegación de la PGR inició alguna averiguación previa.

Sin embargo, después del tiroteo, la Procuraduría General de Justicia de Baja California informó que mantiene detenidas a ocho personas, y se recogieron más de mil 500 casquillos, 52 cargadores, 21 vehículos y 54 armas de diferentes calibres.