■ Revertir la merma tendría un mayor beneficio que programas para elevar las cosechas

Se desperdicia la décima parte de alimentos que produce el país

■ Fideicomiso del Banco de México ofrece créditos a pequeños y medianos agricultores; busca paliar menor oferta de granos y verduras

■ Los resultados en la agricultura no son inmediatos

Susana González G.

México pierde alrededor de 10 por ciento de los alimentos que produce cada año, debido a problemas de almacenamiento y transportación, advirtió Rodrigo Sánchez Mújica, director de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), dependientes del Banco de México, y que se destinan a producción, comercialización y almacenamiento agrícola.

“Tenemos un problema muy grave de mermas por malos manejos después de la cosecha, pues de los 195 millones de toneladas de alimentos que se producen, la décima parte se desperdicia o se echa a perder por distintas razones. Si tuviéramos un programa nada más para abatir ésto, tendría un impacto mucho mayor que un programa productivo porque aumentar la producción en ese mismo porcentaje es más difícil que evitar esas mermas”, dijo.

Lo mismo se trata de alimentos que se pierden porque no se cosechan a tiempo, se echan a perder en el surco o se cortan mal, que por la falta de infraestructura como bodegas y refrigeración, o porque son transportados de manera deficiente, detalló.

El funcionario aseveró que debido a la recesión económica de Estados Unidos y el problema de alimentos que afecta a varios países, el organismo aceleró el otorgamiento de financimiento y redujo el número de trámites y requisitos para pequeños y medianos productores agropecuarios desde que inició 2008, de tal manera que a punto de concluir el primer cuatrimestre ya se ejerció la tercera parte de los 60 mil millones de pesos del presupuesto anual de los FIRA.

Lo anterior también implica que los créditos del organismo aumentaron 30 por ciento entre enero y abril de este año respecto al mismo periodo de 2007, en tanto que el financiamiento para los pequeños y medianos productores se incrementó casi en 60 por ciento, pero si se toma en cuenta sólo el crédito refaccionario, para maquinaria e infraestructura, el aumento fue de 100 por ciento para los productores más pequeños.

La meta anual que se fijaron los FIRA, dijo, es apoyar a 500 mil productores para un millón de hectáreas, por lo que los recursos ejercidos hasta el momento han llegado a 180 mil productores, la mayoría de bajos ingresos, en tanto el maíz concentra 60 por ciento de los financiamientos, seguido de frijol, trigo, sorgo y caña de azúcar.

Más pobreza alimentaria

Si bien Sánchez Mújica reconoció que “es de especial preocupación la alimentación de la gente de menores recursos porque con el alza en los precios de los productos básicos se corre el riesgo de que la pobreza alimentaria aumente”, acotó que no son los FIRA, sino la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), “la encargada de agilizar y seguir sus programas de apoyo alimenticio”.

Y es que, abundó, en la agricultura, más que otros sectores, las medidas que se tomen hoy no rinden resultados de inmediato y por mucho que ahora se agilicen los trámites para que los productores puedan obtener acceso a créditos, capacitación y tecnología para incrementar la producción, los resultados se verán en por lo menos seis meses “y si la cosecha es insuficiente ya habrá otros programas que entren a cubrir ese deficiente”.

Los créditos por sí mismo no pueden sacar a la gente de la pobreza si no van acompañados de otros factores como la capacitación o acceso a diversos servicios básicos e infraestructura, puntualizó el titular de FIRA.