Los niños y las artes
■ Realizará La Matatena su decimotercer festival internacional de filmes infantiles en agosto
El cine, herramienta para que los niños se revaloren junto a su entorno
■ Los temas que abordan en sus cintas son muy humanos, con argumentos no fáciles, asegura Liset Cotera
■ Exhorta a distribuidores y exhibidores a darles un lugar real a los pequeños
Ampliar la imagen Una de las actividades de La Matatena es la realización de talleres de animación usando figuras de plastilina, en el que niños desde los seis años pueden realizar sus cortos cinematográficos. Desde 2000 se han creado 70 obras. La imagen corresponde a la cinta Salvando el futuro Foto: Cortesía La Matatena
El respeto a los niños, a lo que piensan, lo que sueñan y, sobre todo, a su gran capacidad para comprender e interpretar el mundo, sirve de base para la labor que durante más de una década ha llevado a cabo La Matatena, Asociación de Cine para Niñas y Niños.
Dos son las líneas de acción de ese grupo de realizadores cinematográficos: la organización, cada verano, de un festival internacional de cine para pequeños, así como la impartición de talleres donde los chicos aprenden que el trabajo en equipo hace posible llevar a la pantalla grande sus inquietudes.
“El cine para niños no solamente son los cinco o seis estrenos anuales de las grandes productoras, existen otras opciones que es importante ofrecer al público infantil”, señala Liset Cotera, directora de La Matatena.
En entrevista con La Jornada, explica que los pequeños “ya sabrán si toman alguna de esas alternativas, eso depende de sus gustos. Lo primordial es que las conozcan, porque si no lo hacemos será imposible que cuenten con referencias para valorar lo que sucede a su alrededor”.
El contenido del cine que se realiza para niños “nos llega a todos, tiene un impacto muy fuerte”; continúa, “por ejemplo, en el festival del año pasado recibimos 79 materiales de 26 países, y aunque los temas fueron variados existe una sensibilidad muy especial, son muy humanos, abordan las relaciones que se establecen entre los niños, entre ellos y los adultos: por ejemplo cómo manejan las pérdidas.”
Un género que toma fuerza
La Matatena inició en 1995, con el apoyo de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Nacional de Cinematografía, mediante la Cineteca Nacional, “fue en el contexto de una gira itinerante que estaba organizando una ONG a nivel internacional, pues en Colombia, Brasil y Uruguay ya existían festivales de cine para niños, la intención era que se sumaran esas naciones y nosotros, pero aquí no había un encuentro fílmico con esas características, por lo que nos propusimos hacerlo”, continúa Cotera.
Añade que desde entonces han tratado de fomentar y promover el gusto por el cine dentro de la población infantil en México con la exhibición de diversos materiales internacionales de calidad.
“Realizamos el Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan Niños) la segunda semana de agosto, durante las vacaciones de verano, en las ciudades de México, Cuernavaca y Monterrey.
“Este encuentro es una ventana mediante la cual los pequeños espectadores conocen la diversidad de costumbres, la cotidianidad, los sentimientos y vivencias de niños de otras naciones. Las cintas no son de argumentos simples y además manejan valores, como la amistad, la solidaridad. Por eso, tanto niños como adultos salen encantados de las salas de cine durante nuestro festival.”
–¿Se rompe el mito de que a los niños sólo hay que darles películas con ciertos temas, con un tratamiento “fácil”, para que lo “entiendan”?
–Si. Inclusive hay países que destacan porque han sabido conjuntar un equipo multidisciplinario para rescatar qué es lo que les inquieta a los niños, y a partir de ahí desarrollar largometrajes donde se les da un lugar muy especial a los chicos. Se les respeta bastante.
“El cine para niños es un género que está tomando fuerza, se han incrementado los festivales en el mundo. Los países nórdicos están a la cabeza; a Dinamarca se le considera el paraíso del cine para pequeños, pues desde los años 80 los daneses tienen una política cultural pública muy importante: del monto que el estado asigna para hacer películas, 25 por ciento es destinado para realizar cine para niños.
“No obstante, inclusive en ese país, aún hay directores que se resisten a probar las mieles de trabajar con niños y para niños pues es otra dinámica.”
Fábricas de sueños
En 2000, La Matatena empezó a impartir talleres de apreciación cinematográfica, de animación con figuras de plastilina y de realización de cortos de ficción, en los cuales, a partir de los 6 años de edad, se puede disfrutar la experiencia de hacer cine.
Hasta la fecha, de esos cursos se ha conformado un acervo de 70 cortos, “son resultados muy concretos y lindos porque son materiales hechos por niñas y niños. Además, desde hace cuatro años tenemos otra modalidad, una suerte de operación hormiga, que consiste en trabajar en las aulas: vamos a las escuelas y con nuestros materiales hacemos a los participantes reflexionar en torno a lo que ven en pantalla.
“En esos talleres, que llamamos ‘fábricas de sueños’, los niños tienen la posibilidad de conocer cintas que abordan temas como la ecología y los derechos humanos. Hemos trabajado en planteles de las delegaciones Tlalpan, Venustiano Carranza y Miguel Hidalgo.
“Estamos dando a los niños herramientas para revalorar su entorno y a ellos mismos, al ofrecerles cine documental y de ficción que tiene que ver con ellos. Si los exhibidores y distribuidores de cine le dieran realmente su lugar a los pequeños, no por motivos de mercadotecnia, verían que hay mucha tela de donde cortar”, concluyó Cotera.
La versión 13 del Festival Internacional de Cine para Niños (...y no tan Niños) se llevará a cabo en agosto, mientras tanto, los chicos de seis años en adelante trabajan arduamente “fabricando sus sueños” en los talleres continuos que ofrece La Matatena.
Informes en los teléfonos 50 33 46 81 y 50 33 46 82, así como en la página web: www.lamatatena.org.