Reporte Económico
El gasto público descentralizado y el Distrito Federal I
El pasado 17 de abril el Gobierno del Distrito Federal presentó el libro Descentralización y reforma educativa en la ciudad de México, coordinado por Axel Didriksson, secretario de Eduación del DF y Manuel Ulloa. Componen la obra seis ensayos escritos por Graciela Messina, Víctor Alejandro Espinoza Valle, Alberto Arnaut, Gilberto Guevara Niebla, Beatriz Calvo Pontón y David Márquez Ayala; el de éste último, dedicado al Análsis económico de la descentralización educativa en México. La situación del Distrito Federal, con algunas cifras actualizadas, sirve de base para este Reporte.
El gasto público federal
Cinco lustros atrás, en 1982, la participación del sector público en la economía –medida por su nivel de gasto-inversión en relación al producto interno bruto (PIB)– llegó a representar 42.2%, descendió en los años siguientes y volvió a elevarse a 41.8% del PIB en 1987, año a partir del cual el gobierno aplicó a fondo su política de privatizaciones, denominada eufemísticamente como adelgazamiento del Estado, dando como resultante que en sólo cuatro años, para 1991, la participación del sector público en la economía se había reducido a sólo 24.1% del PIB, nivel en torno al cual con ligeras variaciones se ha mantenido desde entonces (Gráfico 1).
Si bien el PIB es punto de referencia usual, en el caso de México es un referente de muy bajo crecimiento (únicamente 2.47% de incremento medio anual entre 1983 y 2006).
La descentralización del gasto
Cuando el desplome del gasto público, todavía en 1991, el gobierno federal mantenía éste fuertemente centralizado y sólo transfería a las entidades (estados y el DF) 11.6% de dicho gasto (2.8% del PIB), porcentaje que desde entonces ha tenido una tendencia creciente hasta llegar en 2007 a representar la tercera parte (32.3%) del gasto federal ejercido y a significar 8.2% del PIB (Gráfico 1).
No obstante, cabe mencionar que de este gasto federal transferido a las entidades en 2007 (8.2% del PIB), 3.6% correspondió a las Participaciones y su incremento, mismas que constituían el total de las transferencias a las entidades hasta 1991 (2.8% del PIB); 4.0% del PIB correspondió básicamente a las Aportaciones, que son transferencias a las entidades con objeto definido que el gobierno impulsó desde el inicio de los años 90 como mecanismos para trasladar los recursos de los programas de descentralización, y que eran, por tanto, gastos que el gobierno federal ya realizaba en las entidades; y únicamente 0.6% del PIB (de 8.2% transferido) corresponde a fondos de aportaciones creados para nuevos fines: el Fondo para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del DF (FortamunDF) y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF).
No sobra recordar que las Participaciones son, como su nombre lo indica, la porción de los ingresos fiscales captada por impuestos federales en todo el país que el gobierno “participa” a los estados y al Distrito Federal, transferencias que estas entidades utilizan y asignan libremente mediante sus presupuestos según sus propias circunstancias y prioridades. Las Aportaciones son también transferencias de recursos federales a las entidades, pero “etiquetadas”, es decir, recursos para ser utilizados específicamente en gastos o inversiones predeterminados, canalizados por medio de diversos fondos (para educación, salud, seguridad, infraestructura y otros) establecidos en la Ley de Coordinación Fiscal y en el Ramo 33 del Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado por el Congreso. Los Convenios no son generales sino transferencias negociadas caso por caso.
Según cifras preliminares para 2007 de la Secretaría de Hacienda, el Gasto Total Neto Ejercido del Sector Público Presupuestario fue en ese año de 2 billones 483 mil millones de pesos, de los cuales 803 mil millones (32.3%) correspondieron al Gasto Federal Descentralizado. De éste último, el gasto transferido a las entidades vía Participaciones ascendió a 333 mil millones (41.4%); el transferido vía Aportaciones fue de 413 mil millones (51.4%), y el transferido vía Convenios casuísticos fue de 57 mil millones (7.2%) (Gráfico 2).
(Víctor Castillo).
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