■ Uribe niega implicaciones en caso de soborno
Activistas denuncian ataques de paramilitares en Colombia
Ampliar la imagen Al continuar las gestiones del gobierno de Francia por lograr la liberación de rehenes de las FARC, ayer se reunieron en Bogotá el ministro del Exterior francés, Bernard Kouchner (extremo derecho), Yolanda Pulecio, madre de la política colombo-francesa secuestrada Ingrid Betancourt, y el ex senador Jorge Gechem, quien estuvo en poder de la guerrilla durante seis años Foto: Ap
Bogotá, 28 de abril. Activistas colombianos de derechos humanos denunciaron hoy ataques en su contra de paramilitares de ultraderecha conocidos como Águilas Negras, organización que ha venido a ocupar en los dos últimos años el lugar que dejaron las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Las agresiones afectan a dirigentes campesinos, sindicalistas, universitarios, pacifistas y académicos, quienes han señalado que Águilas Negras fue formada por disidentes de las AUC, cuyos líderes pactaron con el gobierno la desmovilización de 32 mil hombres en 2006.
Iván Cepeda, líder del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, afirmó que los ataques han perjudicado principalmente a dirigentes sociales que “participaron activamente” en la organización de una marcha celebrada el 6 de marzo para denunciar que el origen de la violencia no sólo se encuentra en las acciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sino también en actos de paramilitares y fuerzas de seguridad del gobierno.
Uno de esos casos corresponde a Carlos Burbano, sindicalista que fue hallado muerto el 13 de marzo en San Vicente del Caguán, en el sur del país, señaló Cepeda.
Según la Central Unitaria de Trabajadores, Burbano es sólo uno de los 22 sindicalistas muertos en lo que va del año.
Los informes difundidos desde Bogotá coincidieron con la denuncia de familiares del sindicalista Guillermo Rivera Fuquene, líder de una agrupación de servidores públicos, quien se encuentra desaparecido desde el 22 de abril, según una carta enviada a la redacción de La Jornada.
También en Bogotá, la ex congresista Yidis Medina, quien denunció haber sido sobornada por funcionarios del primer gobierno del presidente Álvaro Uribe para que diera su voto en favor de una reforma constitucional que permitió la relección del mandatario en 2006, se entregó a las autoridades el domingo por la noche, dos días después de que la Corte Suprema de Justicia ordenó su detención por cohecho.
El mandatario negó hoy implicaciones personales en el caso y aseguró que “el gobierno nacional persuade, no compra conciencias”.