■ La política alimentaria del gobierno fomenta las importaciones y descuida la producción
No descarta CNC que a corto plazo se racionen el arroz, el trigo y el maíz
La Confederación Nacional Campesina (CNC) no descartó que en pocos meses se decida racionar la venta de arroz, trigo, sorgo y maíz amarillo, ya que las importaciones de esos cereales y oleaginosas sólo cubren 60 por ciento de la demanda interna; además de que los precios de los alimentos seguirán incrementándose.
“Tenemos mucho riesgo de desabasto, porque se apostó a la importación de productos y no se incentivó la producción de granos y oleaginosas”, dijo Cruz López Aguilar, dirigente de la CNC, en el contexto del quinto aniversario del Acuerdo Nacional para el Campo.
Advirtió que en la crisis mundial de alza de los alimentos, ni el gobierno ni los empresarios ni la sociedad pueden responsabilizar a los campesinos de la inflación y hambruna. “Invito a la Secretaría de Economía a efectuar una investigación en los tianguis, mercados y supermercados sobre los precios de la canasta básica y compararlos con las cifras que reciben los campesinos –los pequeños y medianos– para que se identifique a los hambreadores del pueblo”.
Pero al gobierno pareciera no importarle esta situación, ya que inclusive ahora Liconsa prefiere comprar leche en los mercados internacionales pagando 6.35 pesos por litro, mientras a los productores nacionales les ofrecen únicamente 4.50 pesos. Y aunque en los 14 años anteriores los precios de los granos y oleaginosas estuvieron en el “piso” y la baja en la producción fue resultado del desmesurado incremento de los insumos para la producción y falta de financiamiento, ahora se pretende responsabilizar a los agricultores de los vaivenes del mercado, añadió.
“Son esos funcionarios que aplican precios discriminatorios a los productos nacionales quienes están dispuestos a enredarse en la reforma energética enviada por el Ejecutivo federal y se disponen a tirarse de la parte más alta del alcázar de Chapultepec en señal de patriotismo”, comentó en el acto al que acudieron una decena de líderes y representantes de organizaciones agrarias.
Pero en medio de esta crisis internacional de alimentos, el gobierno no considera necesario regular los precios de los fertilizantes y las semillas ni detener el alza mensual de la electricidad, la gasolina, diesel y amoniaco, ni intervenir para detener el acaparamiento de las cosechas por las empresas trasnacionales, porque incumplió su compromiso de constituir una reserva estratégica de maíz blanco.
Acompañado por líderes y representantes de una decena de agrupaciones agrarias integrantes del Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, el dirigente de la CNC llamó también la atención de los participantes en torno a la propuesta de reforma energética del Ejecutivo federal, la cual en el “fondo busca aumentar la participación de las empresas privadas en la renta petrolera y dar a la burocracia en el poder federal la libertad en el manejo de las finanzas de Pemex, y que combatieron cuando fueron oposición”.
Antes, Max Correa Hernández, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), advirtió que el gobierno no pretende cambiar “la política entreguista de la soberanía alimentaria a las grandes empresas” y por eso –dijo– las organizaciones campesinas deben promover un compromiso unitario y continuar con un plan de acción en defensa de la soberanía alimentaria y energética.