Usted está aquí: sábado 3 de mayo de 2008 Política Asesinan a otro jefe de la PFP

■ Reportan 14 homicidios en diversas entidades del país

Asesinan a otro jefe de la PFP

Gustavo Castillo, Javier Valdés, Martín Sánchez, Mauricio Conde, Ulises Gutiérrez, Ernesto Martínez, Rubén Villalpando, Mariana Chávez, Antonio Heras y Gerardo Flores, reportero y corresponsales

Aristeo López Martínez, elemento de la Policía Federal Preventiva (PFP) adscrito a la unidad administrativa del Estado Mayor de esa corporación, fue asesinado anoche en la colonia Romero de Terreros, delegación Coyoacán. Para la Secretaría de Seguridad Pública federal, “se trató de otro intento de asalto”. Le pretendían quitar un automóvil Bora, pero al final sólo le arrebataron un reloj.

El homicidio ocurrió a las 11 de la noche, en la calle Cerro del Hacha esquina Miguel Ángel de Quevedo, zona cercana a instalaciones de la PFP y al lugar donde hace unos meses la policía federal decomisó armas de fuego de grueso calibre, centenares de cartuchos y detuvo a integrantes del cártel de Sinaloa que formaban parte de las llamadas fuerzas especiales de Arturo.

Este es el segundo asesinato de elementos de la PFP en las pasadas 48 horas.

Por otra parte, corporaciones policiacas reportaron ayer 14 asesinatos en el país, siete de ellos en Zacatecas, mientras en Quintana Roo fueron detenidos dos zetas que habían plagiado a dos hombres. En Sinaloa, familiares de los cuatro jóvenes ultimados por militares en marzo pasado fueron indemnizados por el Ejército con 160 mil pesos cada una.

Siete cuerpos, aún no identificados y que tenían el tiro de gracia, fueron encontrados en un paraje de la cabecera municipal Trinidad García de la Cadena, ubicada a más de cuatro horas de la capital de Zacatecas.

Según informes policiacos, las víctimas estaban envueltas en cobijas y plásticos, y tenían huellas de haber sido torturadas.

En tanto, la policía de Sonora informó que fue encontrado el cuerpo de José Luis Velázquez Ramírez, de 33 años, quien vivía en la colonia Tierra y Libertad, en Navojoa. El cadáver fue descubierto en un terreno baldío en la colonia Infonavit, en avanzado estado de descomposición.

Mientras, en Morelia, Michoacán, seis hombres encapuchados, vestidos con uniformes tipo militar, irrumpieron en el domicilio de Saúl Torres Díaz, de 42 años, a quien asesinaron de 20 tiros. Los hechos ocurrieron en la localidad Las Trojes, municipio de Coalcomán, en la sierra Occidental.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, en hechos separados, tres hombres fueron ejecutados a balazos. Entre las víctimas está Sergio Lagarde, El Checo, ex comandante del Centro de Readaptación Social.

Sergio Ramírez, vocero de la Subprocuraduría de Justicia estatal, informó que otro hombre baleado falleció en el hospital 66 del IMSS. No ha sido identificado oficialmente, aunque portaba una credencial a nombre de Salvador Marínez Espinoza.

También fue localizado el cuerpo de Santos Rentería Soto, de 30 años, en la colonia México 68. De acuerdo con las primeras investigaciones, presentaba seis tiros.

A su vez, autoridades de Querétaro reportaron el asesinato de un hombre. En el homicidio, aseguraron, se usaron armas AK-47 y AR-15.

Según reportes, el individuo fue subido a un automóvil, al que posteriormente prendieron fuego. Al parecer fue ultimado la madrugada del viernes.

En Mexicali, Baja California, la Procuraduría General de Justicia reportó que fue descubierto, semienterrado, el cuerpo de un joven en las inmediaciones del fraccionamiento Baja Malibú, en Playas de Rosarito.

Por otra parte, el Ejército Mexicano indemnizó en Sinaloa con 160 mil pesos a cada familia de los cuatro jóvenes ejecutados por militares en la comunidad Santiago de los Caballeros, municipio de Badiraguato, en marzo pasado.

El subdelegado de la PGR en Tamaulipas, Francisco Hernández, fue levantado por un grupo de hombres la tarde del jueves, cuando comía con su familia en un restaurante de la ciudad de Reynosa.

En Quintana Roo, luego de la fuga de dos personas levantadas por sicarios en Playa del Carmen, fueron capturados por la policía municipal dos agentes judiciales del estado que pertenecían al grupo delictivo Los Zetas.

Los sicarios, Jorge Vela y Johny Lara, se quedaron dormidos. Fue entonces cuando sus víctimas, Christopher Gómez López y Gabriel Rivadeneira Carrillo, aprovecharon para huir y pedir ayuda.

 
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