■ Dependencia del exterior: Heladio Ramírez
Piden en el Senado informe sobre reserva de granos
El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado de la República, Heladio Ramírez López, demandó al gobierno de Felipe Calderón un informe pormenorizado sobre las reservas de granos y las medidas precautorias que se debe haber dispuesto para garantizar el abasto de productos básicos a la población, frente a la crisis alimentaria mundial que se avecina.
El priísta y ex dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) resaltó que aunque funcionarios del gabinete agropecuario insisten en que no hay problema, la realidad es que México no está blindado para enfrentar las causas y efectos de esa crisis que ha provocado ya disturbios y violencia en varios países del mundo.
“Importamos la tercera parte de nuestro consumo de maíz amarillo; 95 por ciento de soya; 70 por ciento de arroz; 65 por ciento de trigo panificable y 30 por ciento de sorgo para ganado, además de que importamos las semillas y los fertilizantes”.
Frente a ello, agregó, cada vez hay se cultiva menos en México, ya que “el campo se despuebla, mientras que las ciudades crecen, la población aumenta, el consumo de alimentos es mayor, sin que se produzcan básicos”, y a ello se suma “la fiebre de producir biocombustibles a partir de los granos”.
Ramírez López dijo que otro factor que agrava la situación son las grandes corporaciones nacionales y las trasnacionales que especulan con el precio de los alimentos, como se vio muy claro en la reciente crisis del maíz y la tortilla
Es preocupante que se importa la mayor parte del consumo de arroz, soya y trigo. Los aceites y grasas vegetales elevaron sus precios en 33.3 por ciento, la harina en 23.8 por ciento, la leche en polvo en 14.2 por ciento y el arroz en 12 por ciento.
Sin embargo, en México el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, “afirma que tenemos suficiente maíz y más barato que el año pasado, declaración que contribuye a confundir más un escenario donde, tanto los industriales de la tortilla, como los productores pecuarios, presionan al alza, ante los titubeos de los responsables de la alimentación popular”.