■ The Independent hizo una encuesta sin precedente entre más de 35 científicos de GB y EU
Cunde ánimo pesimista sobre hallar una vacuna contra el sida
■ Dos terceras partes aseguran que no se descubrirá en la próxima década
■ Ante el fracaso de Merck, 80% de los expertos abordados dijo que se debe reorientar la búsqueda
■ Los estudios se dirigirán a entender el virus y sus efectos en el sistema inmune, afirmó el director del NIAID
Ampliar la imagen I am because we are, película escrita, producida y narrada por Madonna, documenta la situación de los niños de Malawi que han quedado huérfanos por causa del sida. Sobre estas líneas, la reina del pop durante su llegada a la premier de la cinta en el festival de Tribeca Foto: Reuters
La mayoría de los científicos que realizan investigación sobre el sida creen que encontrar una vacuna está más distante que nunca y algunos han reconocido que tal vez no sea posible obtener una inmunización efectiva contra el virus, según revela una encuesta sin precedente realizada por The Independent.
El pesimismo ha cundido entre la comunidad internacional de científicos luego del fracaso de la prueba de una vacuna prometedora, a finales del año pasado. Fue la más reciente de una cadena de malas noticias en la lucha de 25 años por desarrollar una vacuna contra esa pandemia.
La encuesta de The Independent, realizada entre más de 35 destacados científicos del sida en Gran Bretaña y Estados Unidos, descubrió que apenas dos se sienten hoy más optimistas que hace un año sobre las perspectivas de una vacuna. Sólo cuatro dijeron estar más optimistas hoy que hace cinco años.
Casi dos terceras partes creen que no se desarrollará una vacuna en los próximos 10 años y algunos dijeron que tal vez se necesiten al menos 20 años de investigación antes que pueda protegerse con una vacuna a las personas, ya sea de la infección o de un brote de sida.
Una minoría sustancial de los científicos expresaron que tal vez nunca se desarrolle una vacuna, pero aun quienes creen que pudiera aparecer una en los próximos 10 años añadieron expresiones de cautela, como que es poco probable que pudiera funcionar como un profiláctico efectivo contra la infección.
Una de las principales conclusiones derivadas de la prueba clínica fallida de la vacuna prototípica más prometedora, elaborada por la empresa Merck, es que un importante modelo animal usado durante una década, consistente en probar las vacunas en monos antes de aplicarlas a humanos, en realidad no funciona.
Esto significa que los prototipos de vacunas contra el VIH que parecen funcionar bien al aplicarlas a monos infectados con un virus artificial no funcionan cuando se aplican a voluntarios en riesgo de contraer el virus, hallazgo que será explotado por los activistas que se oponen a los experimentos de vacunas en primates.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), cerca de Washington, declaró a The Independent que el modelo animal –que emplea una combinación de virus de inmunodeficiencia de humanos y simios, conocida como SHIV– no sirvió para predecir qué ocurrirá cuando un prototipo de vacuna se traslade del laboratorio a las personas. “Hemos aprendido algunas cosas importantes, por ejemplo, que uno de los modelos animales, el SHIV, no sirve en absoluto para predecir”, señaló.
“Por lo menos ahora sabemos que podemos tener una situación en la que parezca que estamos protegiendo contra el sida cuando en realidad no ocurre así en el modelo humano, y eso es importante”, añadió.
El NIAID invierte cada año unos 500 millones de dólares en investigar vacunas contra el sida y, pese a las demandas de grupos activistas de destinar los fondos a otras formas de prevención, el doctor Fauci afirmó que no es tiempo de detener la investigación sobre vacunas. “No creo que sea momento de darnos por vencidos. Hay que continuar porque quedan muchas preguntas por contestar”, aseveró. “Algunos dan a entender que la investigación de vacunas hace que se descuiden otras formas de prevención. No es así: se deben hacer todas a la vez, y así se hace.”
Más de 80 por ciento de los científicos abordados por nuestra encuesta aceptaron que es necesario reorientar la investigación de vacunas, dado el fracaso del proyecto de Merck, el cual se canceló cuando se vio que el prototipo en realidad aumentaba las probabilidades de que las personas desarrollaran el sida.
Robert Gallo, prominente investigador en Estados Unidos a quien se considera codescubridor del VIH, a principios de la década de 1980, equiparó el fracaso de la vacuna con el desastre del Challenger, que obligó a la NASA a mantener en tierra durante años la flota de orbitadores espaciales.
Corregir el rumbo
A finales del mes pasado, Fauci convocó a una reunión de alto nivel de especialistas en sida en un hotel de Bethesda, Maryland, para abordar la dirección futura de la investigación. Antes, un grupo de 14 destacados especialistas escribió a Fauci para sugerir que su instituto había “perdido el rumbo” en lo referente a una vacuna.
Fauci informó que un resultado de la reunión fue suspender las costosas pruebas clínicas y favorecer una investigación más fundamental para entender la biología básica del virus y sus efectos sobre el sistema inmune humano.
“Giraremos la perilla más hacia responder algunas preguntas fundamentales en vez de realizar grandes pruebas –explicó–. Sin duda me desilusiona que no vayamos adelante en el desarrollo de una vacuna, pero yo no diría que este año estoy más desilusionado que el año pasado. Desde el principio supe que sería una tarea muy difícil, dado lo que sabemos de este virus tan elusivo.”
Unas 33 millones de personas en el mundo están infectadas del VIH y unos 26 millones han muerto de sida desde que comenzó la pandemia.
La mayoría de los científicos que respondieron a la encuesta de The Independent dijeron que una vacuna sería la forma más efectiva de prevenir la propagación del virus, dado el fracaso de muchos programas de educación.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya