■ La dirección temporal del partido, principal disputa de los diferentes grupos en la sesión
Principales corrientes del PRD van con todo hoy en el Consejo Nacional
■ Encinas insiste en la continuidad de los dirigentes hasta que sea calificada la elección de marzo pasado
■ Ortega reitera que resulta inútil el diálogo con el ex jefe de Gobierno capitalino
Ampliar la imagen Jesús Ortega y Alejandro Encinas se enfrentarán nuevamente en el cónclave del sol azteca Foto: Francisco Olvera
Las principales corrientes del PRD no alcanzaron ayer un acuerdo mínimo para avanzar en la sesión de Consejo Nacional de este partido programada para hoy.
Tras intentos fallidos e informales de negociación, consejeros perredistas –integrantes de diversos grupos– expondrán al menos tres visiones de la forma en que puede conducirse el partido en los próximos días, esto es, mientras ocurre la calificación de la elección del pasado 16 de marzo.
Nueva Izquierda insiste en que la mejor vía es prorrogar todos los órganos de dirección, así como el tiempo de vida de la comisión bicéfala (el despacho de los asuntos de dirección encargado a Graco Ramírez y Raymundo Cárdenas), mientras que en Izquierda Unida insisten en la continuidad de los dirigentes, incluido el ex presidente Leonel Cota Montaño.
Otro sector, minoritario en el consejo, propondrá la cancelación de la elección y la integración de una “junta promotora” para la formación de un nuevo partido.
Aquí la propuesta de cuatro de los seis candidatos, emitida este sábado:
Alejandro Encinas (Izquierda Unida): en términos jurídicos, lo conveniente es que se prorrogaran los mandatos de todos los órganos de dirección: presidente, secretario general, Comité Ejecutivo (CEN) y Consejo Nacional.
Dirección “sin facultades”
(La comisión bicéfala) no tiene facultades de dirección; ni siquiera tiene votos en el CEN y tampoco tiene la representación jurídica del partido, la cual se deposita exclusivamente en el presidente nacional. La presencia de Cota es lo que jurídicamente procede y, desde mi punto de vista, es lo que conviene; Cota fue resultado de una elección y no de la opinión de un grupo.
Esperemos que el consejo actúe con responsabilidad y no apegado a los intereses de grupos y corrientes, porque eso es justo lo que nos llevó a la crisis que vive hoy el partido. Esto no es un asunto de darle gusto a nadie, sino de tomar la salida jurídica más viable.
Jesús Ortega (Nueva Izquierda): de acuerdo con el orden del día, será indispensable prorrogar el mandato del Consejo Nacional, porque el PRD no puede quedarse sin órganos de dirección, conducción y representación. Por tanto, como no ha terminado el cómputo ni se ha calificado la elección, hay que mantener dicho mandato hasta que concluya la elección y surjan el nuevo Consejo Nacional y el nuevo presidente, secretario general y CEN.
Rechazo por completo (la continuidad de Leonel Cota) porque él ya no es el dirigente, ya concluyó su periodo. El único funcionario del PRD que no puede prorrogar su mandato es el presidente; no es posible su relección. Esa propuesta es antiestatutaria, no procede.
No desecho espacio de diálogo, pero platicar con Alejandro (Encinas) no está resultando útil, porque no cumple los acuerdos y compromisos. De tal manera que el Consejo Nacional mejor explore otros espacios de intercambio de opiniones para encontrar una salida.
Camilo Valenzuela (Red de Izquierda Revolucionaria). El proceso debe anularse. Existen los causales genéricos suficientes para ello. Mientras tanto, es necesario acatar el orden del día de la convocatoria para el 11 pleno extraordinario del sexto Consejo Nacional, como la única alternativa para evitar un vacío jurídico e institucional en el PRD. Para ello se acordó, en la pasada sesión prolongar la vida del consejo y nombrar a un presidente y secretario general sustitutos. En este punto no es posible que Cota Montaño ocupara esta función, porque el artículo 20, inciso 2, de los estatutos se lo prohíbe.
Alfonso Ramírez Cuéllar. (Movimiento por la Democracia): nuestra propuesta es volver a empezar. Esto pasa necesariamente por la anulación de la elección del pasado 16 de marzo. Dejar que el tribunal electoral resuelva las cosas o meternos a la descalificación del cómputo o el aval de la contabilidad de supuestos votos es una situación que agravará al propio PRD. Se debe anular la elección, nombrar autoridades sustitutas o interinas e integrar de manera inmediata una “junta promotora” para formación de una nueva fuerza política de izquierda en el país. Tenemos la necesidad y la obligación de abrir una ventana para que entre aire fresco y no concebir este proceso como un reparto de cuotas entre la propia oligarquía partidista que coloca al PRD como una instancia incapacitada para la lucha electoral.