■ Este encuentro es puro negocio, declaró el nuevo director

Peligra el Festival de Cine de Roma tras la llegada de alcalde derechista

Peter Popham (The Independent)

Roma. Algunas de las estrellas de la cultura italiana comienzan a llorar el fin de una era dorada después de la elección del derechista Gianni Alemanno como alcalde de Roma, que pone en duda el futuro del suntuoso festival de cine de la ciudad.

En los 15 años que Roma estuvo gobernada por la izquierda, muchos aspectos de la capital se deterioraron. Los caminos están llenos de baches, los muros están cubiertos de grafiti, hay improvisación en políticas y han surgido campos de paracaidistas en las afueras. Pero algo que la izquierda ha atendido con pasión es la cultura, y en consecuencia una ciudad renombrada sobre todo por sus ruinas figura hoy día también en el calendario internacional del arte, la música, la literatura, el cine y mucho más.

Mediante un uso audaz de espacios antiguos como el Coliseo y el Circo Máximo, los gobernantes convencieron a Paul McCartney, Sting y Génesis de ofrecer conciertos aquí. El festival de literatura de verano, presentado en las ruinas de la basílica Massenzio, del siglo IV, atrajo a escritores de la talla de Salman Rushdie, J M Coetzee y Don De Lillo.

En 2006, Walter Veltroni, alcalde hasta hace un par de meses y gran cinéfilo, creó el Festival de Cine de Roma, que amenazaba con ponerse al tú por tú con el de Venecia. Los intelectuales de la ciudad se preguntan ahora cuántos de todos esos logros sobrevivirán con Alemanno, político que ha escalado el K2 pero no se distingue por su amor al arte.

Preferiría cancelarlo

Puede que el festival de cine sea una baja temprana: Alemanno ya indicó que entregará el control del festival al veterano director Pasquale Squitieri, quien insinuó al diario La Stampa que preferiría cancelarlo. “Ya tenemos en Italia más festivales de cine que películas –dijo–. Deberíamos apoyar al de Venecia y usar el dinero para dar trabajo a los actores y recrear las estructuras necesarias. Miren a Francia: en París tenían un festival de cine, pero no le sirvió a nadie porque ya estaba el de Cannes.”

Comentó que le parece escandalosa la extravagancia del festival. “No es posible que paguen 18 habitaciones de hotel para los guardaespaldas de Nicole Kidman y luego otras 20 para Di Caprio. Increíble que la izquierda haya hecho eso… este festival es puro negocio, no me sorprendería si lo promovieran los monárquicos o los fascistas, pero encontrar jóvenes comunistas detrás me parece paradójico.”

Niccollo Ammaniti, autor del bestseller No tengo miedo, publicado en 2001, expresó: “La vitalidad cultural trajo vida a la ciudad. Pero la identidad era puramente burguesa, creada y pensada para personas de cierto estilo de vida. Y era difícil que otros lo entendieran.”

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya