■ Nueva Izquierda pide que reconozca a Acosta Naranjo como líder
Llega al instituto electoral el conflicto interno del PRD
■ No puede dársele registro; su designación es ilegal: Izquierda Unida
El conflicto interno del PRD llegó ayer al Instituto Federal Electoral (IFE). El representante del sol azteca ante el organismo, Rafael Hernández –quien funge también como personero de Nueva Izquierda en el partido–, entregó formalmente la solicitud de registro de Guadalupe Acosta Naranjo como nuevo presidente del instituto político.
Horas después, integrantes de Izquierda Unida (IU) –opositor a la primera corriente– se presentaron en el instituto para solicitar al consejero presidente del Consejo General, Leonardo Valdés, que no otorgara el registro.
En principio, éste ofreció a los representantes de IU que el organismo no se pronunciaría al respecto antes de que venza el plazo legal de diez días.
Los perredistas Dolores Padierna, Roberto López, Marcela Nolasco, David Cervantes y Gerardo Fernández Noroña salieron satisfechos de la reunión y confiaron que, en ese lapso, la Comisión Nacional de Garantías (CNG) del partido anule la designación de Acosta Naranjo.
Con esta petición, el IFE entró de lleno al conflicto interno perredista, que hasta ahora solamente se había mantenido en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cuya presidenta, María del Carmen Alanís, dijo que había 11 recursos relacionados con el PRD, sin que exista plazo para resolverlos.
Por lo pronto, este martes el TEPJF cambió repentinamente la hora de la sesión de hoy, en la cual no había agendado ningún asunto del PRD, aunque en la modificación no se conocía aún si se incorporarían algunos de los recursos interpuestos por Jesús Ortega, quien disputa la presidencia del sol azteca a Alejandro Encinas.
Trámites e inconformidad
La jornada de ayer en el IFE fue intensa en asuntos perredistas, pues desde temprano Hernández se presentó al instituto para entregar la solicitud formal de registro de Acosta Naranjo, acompañada de la copia simple de la convocatoria al 11 pleno extraordinario del Consejo Nacional; versión estenográfica; lista de asistencia y resolutivo de aquella instancia partidista.
Sin embargo, la entrega de la documentación se dio casi una hora antes de que fuera remitida por el presidente del Consejo Nacional, Camilo Valenzuela, a la propia CNG, a efecto de que no se pronunciase antes de que fuera entregada la solicitud.
Al justificar la premura de la petición, Hernández dijo que se hacía para evitar los efectos del “ataque de la derecha”, cuyo partido, el PAN, había presentado un recurso para que “le fuera retirado el registro al partido” y suspender las prerrogativas.
Por cierto, se conoció que el secretario de Finanzas del PRD, José Borges, presentó su renuncia al cargo, lo cual complica aún más la situación interna del partido.
Algunos representantes de IU señalaron que ante esta situación “Acosta Naranjo solicitó la chequera del partido” aprovechando su anterior cargo de secretario general, al cual renunció, por lo que es inválido que emplee la cuenta del instituto político con un cargo “no reconocido legalmente”.
Hernández negó que hubiera necesidad de aguardar a una resolución de la CNG para registrar a Acosta, puesto que el Consejo Nacional del sol azteca “no tiene ninguna objeción legal”.
A pregunta expresa sobre una eventual revocación de esta decisión por la CNG, dijo que la determinación del Consejo Nacional “está firme, pues es una resolución del máximo órgano de dirección”, pero “si ocurriese lo contrario, estaremos al pendiente de ello”.
Por su parte, IU se presentó tres horas después de la petición de registro. Dolores Padierna aseguró que Acosta Naranjo no tiene ninguna representatividad en el partido: “es como cualquier ciudadano”.
Este grupo descalificó la realización del Consejo Nacional y mostró a Valdés las actas notariadas sobre la asistencia de consejeros para mostrar que no hubo quórum y, por ende, se acredita la ilegalidad de la designación.
Los representantes de ambas corrientes confiaron en que el IFE respetara la vida interna del PRD y no se inmiscuirá en decisiones que competen al partido.