■ El cardenal Terrazas se marginó al participar en el referendo, dice
Rechaza gobierno boliviano mediación de la Iglesia católica en diálogo con la derecha
La Paz, 6 de mayo. El gobierno del presidente Evo Morales objetó la participación de la Iglesia católica de Bolivia para un eventual diálogo con la oposición de derecha para zanjar la grave crisis que vive el país en torno a los diferendos sobre el proyecto oficial de nueva Constitución y de estatutos de autonomía regional.
“Nosotros esperábamos contar con la mediación de la Iglesia católica para una negociación para los próximos días, pero lo cierto es que la Iglesia, por voluntad propia, ha dado un paso al costado”, declaró el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El funcionario aludió así a la participación del cardenal Julio Terrazas en el referendo del domingo en Santa Cruz, considerado ilegal, anticonstitucional y separatista por el gobierno central.
El oficialismo interpretó ese gesto como una invitación al pueblo a votar, cuando el gobierno llamaba al abstencionismo.
“Nos sorprendió que el cardenal haya asistido. Ello lo inhabilita para ser mediador en este conflicto entre el gobierno y las regiones”, señaló por su parte el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, en alusión a Terrazas, cuyos esfuerzos de mediación de hecho estaban paralizados desde antes del referendo autonómico al no poder sentar a las partes.
No obstante, la jerarquía eclesiástica defendió al cardenal al señalar que “es ciudadano boliviano y cruceño y como tal tiene el legítimo derecho de ejercitar su voto, responsabilidad ciudadana que no es incompatible con su función de presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia y líder de la Iglesia católica”.
Agregó que el prelado “seguirá sirviendo a la población, velando por la unidad y el bien común de todos los bolivianos”.
Pero el ministro Quintana señaló que “corresponde al gobierno, a los prefectos y a la oposición asumir la responsabilidad directa de gestionar el diálogo”, aunque reconoció que una posibilidad de concertación por ahora es solamente una quimera.
El prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, quien había anunciado que dialogaría una vez que fuera aprobado su estatuto autonómico, ahora dijo que sólo lo hará después del 22 de junio cuando hayan celebrado también consultas similares los departamentos de Beni, Pando y Tarija.
En Santa Cruz se dieron nuevos datos oficiales sobre el referendo, adjudicando al “sí” 85.9 por ciento (405 mil 29 votos) y por el “no” 14.1 (66 mil 349 votos) al escrutarse 75.4 por ciento de un total de 488 mil 993 votos.
El presidente Morales descalificó nuevamente la consulta al reiterar que más de 50 por ciento estuvo en contra, entre el “no”, la abstención y los votos en blanco o nulos; llamó a la unidad y por el respeto a la legalidad.
Afirmó que la oligarquía sufrió un “rotundo fracaso”, en lo que tachó de “conspiración” de Estados Unidos.
El presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, dio su apoyo a Morales y restó valor al referendo por no ser vinculante. A su vez, Brasil abogó por el diálogo, Casa de las Américas rechazó la “mentira y manipulación” sobre Bolivia y la Unión Europea expresó su “preocupación” por la situación en el país andino.