■ La Iglesia católica anuncia respaldo a la votación, que se efectuará en máximo 3 meses
Aceptan cinco de nueve prefectos de Bolivia referendo revocatorio
■ Da un vuelco la agenda política: consultas autonómicas pasan a segundo término en los medios
■ La disputa entre Evo Morales y opositores ya congeló la discusión sobre la nueva Constitución
La Paz, 9 de mayo. Cinco de los nueve prefectos provinciales aceptaron hoy el reto que planteó la aprobación en el Poder Legislativo del referendo revocatorio, decisión que desplazó a segundo plano las consultas populares sobre los estatutos autonómicos en tres provincias gobernadas por políticos opositores al presidente Evo Morales, previstas para junio.
La Iglesia católica, a la que el mandatario pidió el jueves que participe en un diálogo de conciliación entre el gobierno central y cuatro gobernantes departamentales, anunció también su respaldo a la celebración de las consultas revocatorias de los mandatos de presidente, vicepresidente y nueve prefectos de los departamentos en que se divide Bolivia, de acuerdo con la legislación aprobada el jueves en el Senado.
La decisión, que recibió de inmediato la aceptación de Morales –el jueves en la noche, durante un mensaje televisado a la nación–, se convirtió en el tema central de la agenda política de los medios de información bolivianos y de analistas de la coyuntura política.
El presidente de la Asociación de Juristas, Mauricio Ochoa, afirmó: “evidentemente, un referendo revocatorio cambia completamente el escenario político del país, porque ahora hay otras prioridades políticas y se baja la importancia de las consultas regionales” sobre los estatutos autonómicos en Santa Cruz, celebrado el domingo pasado, y de Beni, Pando y Tarija, previstos para el mes próximo.
“Se clarificará el panorama de ver aquello que tanto se está proclamando, de que unos son mayoría y otros minoría, que unos tienen respaldo y otros no; si le damos otra vez el voto al ciudadano, creo que por lo menos manifestarán cuál es su percepción de la realidad”, afirmó el portavoz del Arzobispado, el sacerdote Marcial Chupinagua.
Franklin Pareja, catedrático de ciencia política de la Universidad de La Paz, destacó a su vez que “trasladar la responsabilidad a las urnas refleja una profunda incapacidad de la clase política boliviana”.
El llamado a las consultas –cuya fecha está por definirse, una vez que Morales reciba del Senado la ley y la promulgue– también dejó suspendida la discusión sobre la nueva Constitución política del Estado, aprobada en diciembre pasado.
“En este momento no creo que a nadie le interese el referendo (constitucional)”, aseveró el sociólogo Álvaro Puente. El proceso de aprobación se detuvo a raíz de los conflictos entre Morales y los opositores en las provincias.
Al reaccionar sobre la consulta, José Luis Paredes, prefecto de La Paz –el departamento más poblado del país–, confirmó que los referendos revocatorios que deberán llevarse a cabo a más tardar en tres meses se convirtieron en el tema central de la agenda política, y en consecuencia el gobernante anunció que pronto comenzará su campaña proselitista para destacar ante los ciudadanos los avances logrados durante su administración.