España: al borde de la ruptura, el Partido Popular
Madrid, 13 de mayo. La derecha española está inmersa en una guerra sin cuartel entre sus diferentes facciones que, por la derrota electoral del pasado 9 de marzo, se encuentra al borde de la ruptura y vive la mayor crisis desde la fundación del Partido Popular (PP), en 1989.
Mariano Rajoy, el dos veces derrotado candidato presidencial del PP, es el origen y final de la disputa: unos, sus más fieles y hasta ahora mayoría en el partido, defienden la idoneidad de que continúe al frente del partido y sea el candidato para los comicios de 2012; los otros, liderados por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, maniobran tras bambalinas para forzar una alternancia en el liderazgo de la derecha.
Rajoy fue elegido presidente del PP en 2003, tras ser nombrado a dedo por su mentor político y entonces presidente del gobierno español, José María Aznar.
Tras una larga carrera en la administración pública, en la que fue ministro en varias ramas, Rajoy pasó de ser vicepresidente del gobierno a convertirse en el candidato de dicha formación política para suceder a Aznar, con la encomienda de mantener el poder para la derecha después de ocho años en el gobierno español.
Rajoy: el principio del fin
Su primera cita con las urnas, en 2004, fue un gran fracaso, que repitió cuatro años después con una nueva derrota sin paliativos frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que lo superó en más de un millón de votos.
A pesar de las especulaciones, Rajoy decidió quedarse al frente del partido y presentarse nuevamente como candidato a presidente, con lo que ocasionó malestar al menos en los grupos que estaban en la línea política de salida para competir por la sucesión en el liderazgo del PP.
En menos de dos meses, Rajoy se ha enfrentado abiertamente con Esperanza Aguirre, que tiene el control de la poderosa estructura del PP madrileño, y ha perdido a quienes fueron sus dos soportes en la anterior legislatura, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes.
Además, ha provocado un cisma en el partido tras la renuncia a redactar la ponencia política de María San Gil, presidenta del partido en el País Vasco, quien además es considerada por militantes y dirigentes como un “referente moral indispensable”.
Así las cosas, las miradas están puestas en el congreso que celebrará el PP en junio próximo, en el que hay dos alternativas: será relegido Rajoy líder de la derecha para los próximos tres años, o –como cada vez más gente cree– se abrirá la puerta a la alternancia ante el riesgo de una ruptura en la formación conservadora.