Usted está aquí: miércoles 14 de mayo de 2008 Cultura Crece la emigración de universitarios mexicanos a EU, alerta escritor

Nada cruel es la primera novela de Ruisánchez publicada por Era

Crece la emigración de universitarios mexicanos a EU, alerta escritor

Mónica Mateos-Vega

Como una novela “vertiginosa”, que se debe leer “bien sentado y con tiempo por delante, por si no podemos evitar leerla de un solo trago”, se presenta la historia Nada cruel (Ediciones Era), de José Ramón Ruisánchez (DF, 1971).

El libro, dice el autor, aborda otro tipo de ser chicano: el de los mexicanos que van a Estados Unidos con visa, becados por instituciones educativas.

En entrevista con La Jornada, el también investigador y académico explica que cada vez es más numerosa la migración de universitarios mexicanos, “cuya experiencia de marginalidad es exactamente la misma que la de cualquier migrante.

“Uno nunca entiende a los chicanos si no vive como ellos. Por ejemplo, a pesar de que se cuenta con una visa, no se puede trabajar legalmente ni decidir absolutamente nada . Las becas son muy ajustadas, pero el problema es que los estudiantes mexicanos en Estados Unidos están en el país de las oportunidades sin que ninguna les pertenezca.

“Es una experiencia que te vuelve mucho más solidario con millones de latinoamericanos que trabajan para el primer mundo. Sobre todo esto está empezando a surgir una interesante literatura, que no es la típica chicana, como Hipotermia, de Alvaro Enrigue, o Yerba americana de Pablo Soler Frost.

“Son historias de mexicanos en Estados Unidos –pero no necesariamente de trabajadores agrícolas–, que van enriqueciendo un panorama de la experiencia posible del otro lado de la frontera.”

El escritor considera también que existe “una urgencia de hacer literatura a partir de las relaciones personales, pero es sumamente difícil que éstas se conviertan en historias escritas con su propia huella, pues en algún momento hay que inventar y traicionar la verdad factual por la verdad literaria, que es la que importa.

“Lo interesante es jugar con esa tensión, con lo que de verdad pasó y luego abandonarlo, convertirlo en una novela y dejar volar a los personajes, a la anécdota.”

El riesgo de la nostalgia

El personaje central de Nada cruel, añade Ruisánchez, “juega a conservar su ciudad una vez que ya no está en ella; el riesgo de esa nostalgia, que es deliciosa, es no ver la realidad. Vive encerrado en su propia idealización y no ve lo que sucede. El riesgo de la nostalgia es cegarse”.

Reconoce que ésta, su quinta novela, la primera publicada por Ediciones Era, cayó en buenas manos, pues quienes hacen posible esa casa editorial son ya de los pocos que no sólo tratan de vender los libros, sino que los leen.

“Es una diferencia crucial con respecto a las editoriales ‘industriales’, cuyo objetivo es hacer libros para que pase por mesa de novedades, luego salte a mesa de saldos, luego se pique y ya. En cambio, si una editorial tiene un catálogo real, el libro puede seguir existiendo. Estar en esta editorial inspira a escribir un tipo de literatura que no es urgente, que no tiene que ver con la moda.

“No escribo esperando el star system, sólo quiero que me lean, no hacerme rico. Si bien hay algunos milagros de la mercadotécnia (que no importan ni interesan), considero que los escritores que se hacen ricos escribiendo es porque se lo merecen, porque son buenos.”

 
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