■ Cuestiona en Lima que nadie discuta su efecto en la economía y se achaque al biodiesel
Califica Lula al petróleo de vaca sagrada; su alto precio encarece el agro y alimentos
Lima, 17 de mayo. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó el sábado que el petróleo es una “vaca sagrada” cuyo precio ha subido fuertemente sin recibir alguna crítica del mundo, pese a que esa alza también golpea a la agricultura y a los alimentos, al tiempo que criticó a las compañías petroleras estatales Petrobras, de Brasil, y PDVSA, de Venezuela, por no ponerse de acuerdo.
Lula habló en una reunión con el mandatario peruano, Alan García, y empresarios de ambos países, un día después de participar en la quinta Cumbre de líderes de América Latina, el Caribe y la Unión Europea que se realizó en Lima.
“Alan, ayer no ví ningún europeo hablar del aumento del precio del petróleo; el petróleo es como si fuese una vaca sagrada que aumenta de 30 dólares el barril hasta 124 dólares y no existe ni una crítica en ningún lugar del mundo. ¿Eso es normal?”, refirió Lula durante su discurso en la cita.
“Nadie quiere discutir la consecuencia del precio del petróleo en la producción de fertilizantes para la agricultura, nadie desea discutir el efecto del precio del petróleo en el transporte de la comida que producimos, quieren decir que es el biodiesel”, agregó.
América Latina es uno de los mayores productores mundiales de materias primas alimenticias y lucha para que Europa desmantele un sistema de protección a sus productores agropecuarios, lo que mantiene alejado algún acuerdo comercial entre ambos continentes.
La región además está dividida en lo que debe de ser el destino final de sus cultivos, con Brasil alentando la producción de biodiesel y Venezuela liderando un grupo de países que rechazan usar alimentos para producir combustibles.
“Ahora nosotros somos responsables por el alza del precio de los alimentos. El biodiesel es una invención extraordinaria que por el momento, sólo Brasil continúa produciendo, pero que ya lo producía antes de esta historia del biodiesel”, agregó. Para Brasil, detrás de este debate están los países desarrollados que buscan mantener los subsidios agrícolas.
Lula pidió además a la ronda de Doha, un foro por la liberación comercial mundial, que se pague un “precio más justo” por los alimentos y hallar una salida a la crisis alimentaria, que levantó voces de alarma en todo el planeta por temor a una hambruna social.
“Tal vez ahora exista una flexibilización para que las cosas producidas con calidad aquí sean vendidas por un precio más justo”, agregó.
El presidente de Brasil planteó elevar la producción de alimentos y crear reservas de éstos para no tener problemas.