Usted está aquí: jueves 22 de mayo de 2008 Economía Crisis en la aviación nacional y mundial por el elevado precio de la turbosina

■ Aeroméxico elevará tarifas y cobrará cargos extras, anuncia

Crisis en la aviación nacional y mundial por el elevado precio de la turbosina

Miriam Posada García, Julio Reyna Quiroz y agencias

La aviación nacional e internacional enfrenta una nueva crisis desatada por el constante incremento de la turbosina, por lo que la mayoría de las empresas mexicanas y extranjeras analizan o han aplicado ya el incremento a tarifas y cargos extras.

El ejemplo más grave surgió ayer, cuando American Airlines (AA), la aerolínea más grande del mundo, anunció que recortará “miles de empleos”, sacará de operación 85 jets, reducirá 12 por ciento sus vuelos domésticos y cobrará un cargo de 15 dólares desde la primera maleta que documenten sus pasajeros.

En México el presidente del consejo de administración de Aeroméxico, José Luis Barraza, señaló que la aerolínea recurrirá al aumento de tarifas y al cobro de cargos extra para hacer frente al alto costo de la turbosina, pero consideró indispensable que el gobierno federal revise las tarifas del sector público y la presencia de monopolios en la industria.

A su vez, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, admitió que el aumento en las tarifas tendrá efectos “muy negativos” en el sector turístico y repercusiones “preocupantes” en términos económicos y en la ocupación hotelera.

Barraza, quien anunció el primer vuelo de Aeroméxico a Shanghai, China, el 27 de mayo, aseguró que el alto precio del petróleo no siempre es positivo. Es el caso de las aerolíneas mexicanas, que además de enfrentar un constante aumento en el precio de la turbosina, tienen otros cargos como los altos costos de los aeropuertos en el país.

Junto con el director de la empresa, Andrés Conesa, el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial consideró que se debe restructurar la política aeronáutica nacional para garantizar la seguridad en las operaciones, transparentar información y revisar las políticas de precios y tarifas, pero no recurrir a subsidios.

Barraza aseguró que además del precio de los energéticos, que representan 40 por ciento de los costos de operación, las aerolíneas mexicanas se encuentran en desventaja porque operan en aeropuertos caros.

Por ello la empresa se sumará a las estrategias como las que siguen compañías extranjeras de incrementar las tarifas y cobrar cargos extra por diversos conceptos como el del segundo equipaje.

Si las aerolíneas nacionales no han hablado de despidos, la tendencia internacional se encamina hacia allá, con un primer anuncio de American Airlines, que sin definir la cifra ayer informó que anulará “miles” de plazas, ya que para sobrevivir deberá dar de baja al menos 85 aeronaves viejas, y reducir entre 11 y 12 por ciento su capacidad de vuelos domésticos.

Ayer, ante la caída generalizadas de las acciones de aerolíneas en Wall Street, el presidente ejecutivo de AMR Corp, propietaria de AA, Gerard Arpey, advirtió que “la industria no puede continuar en este estado”, por lo que recurrirá a estrategias que van desde el cobro de 15 dólares para una maleta en vuelos domésticos hasta el despido de “miles de trabajadores de todas las áreas”.

 
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