Al cierre
■ Cayó 1-0 ante Santos de Brasil, pero avanzó por global 2-1
América avanzó a semifinales de la Copa Libertadores
■ El cuadro mexicano enfrentará al ecuatoriano Liga Deportiva de Quito
Ampliar la imagen Beta, del Santos (izquierda), busca eludir la marca de los americanistas Argüello y Silva Foto: Ap
Sao Paulo, 22 de mayo. América avanzó a las semifinales de la Copa Libertadores, pese a caer 1-0 ante Santos de Brasil, en partido de vuelta de cuartos de final, disputado en el estadio Urbano Caldeira.
Kléber Boas fue el anotador del solitario gol, a los 61 minutos, pero no alcanzó para revertir la ventaja con que llegaron las Águilas, luego de imponerse 2-0 en el juego de ida en el estadio Azteca.
El equipo mexicano se enfrentará en semifinales con Liga Deportiva Universitaria de Quito, que en esta misma jornada derrotó 5-3, en la definición por penales, al argentino San Lorenzo, después de empatar 1-1 en el el tiempo regular, en partido disputado en la capital ecuatoriana.
Urgido por revertir los dos goles sufridos en México, Santos salió a presionar a su adversario y a los nueve minutos estuvo a punto de abrir el marcador.
El colombiano Mauricio Molina sacó un tiro potente desde fuera del área que el arquero Guillermo Ochoa desvió volando al ángulo superior derecho. Rodrigo Souto tomó el rebote y envió el balón hacia Kléber, que no llegó a tiempo para empujarlo a la red.
La obsesión del conjunto brasileño fue el artillero Salvador Cabañas, autor de las dos anotaciones en el juego de ida. El paraguayo se movió por todo el frente de ataque para intentar desprenderse de Marcelo, quien le respiraba en la nuca y seguía todos y cada uno de sus movimientos.
Los santistas arrinconaron a su rival y atacaban sin pausa por las bandas y con disparos desde afuera del área.
El portero Ochoa se batió como gato entre la leña para contener los tiros que disparaban los de casa, especialmente Kléber Boas y Molina, cada vez que llegaban a la media luna mexicana.
Serenos y con el reloj a favor los mexicanos no se apartaron del libreto de defenderse. Tres zagueros y cinco volantes, que raramente cruzaban los tres cuartos de cancha, defendieron con uñas y dientes la ventaja sacada en el Azteca. Algún pelotazo a sus únicos delanteros, Cabañas y Esqueda, no llevaron peligro alguno a la valla brasileña.
A los 53 minutos los santistas reclamaron penal cuando Wesley, en posición de gol, cayó al ser marcado por Carlos Sánchez. Sin embargo, el árbitro uruguayo Jorge Larrionda desestimó las protestas.
Enseguida Wesley se lo volvió a perder; esta vez al atacar por la izquierda y eludir a Ochoa, pero su remate sesgado salió demasiado alto y se fue afuera.
A los 61, Santos empezó a soñar. El ecuatoriano Michael Jackson Quiñonez sustituyó a Fabao y en la primera pelota que tocó corrió por la derecha y tiró centro que Kléber envió a la red entrando por segundo palo, para el 1-0.
América vio rota su racha de 330 minutos con su meta intacta. A partir del gol, el partido, hasta entonces con pocas faltas, se deslució. Méxicanos y brasileños endurecieron las marcas y menudearon las caídas y empujones que llevaron a Larrionda a amonestar a Cabañas y Domínguez a los 70, tras la discusión de una falta cometida por Marcelo.
En los últimos 10 minutos el cuadro brasileño arreció en busca del segundo tanto que habría forzado a la decisión por penales, pero las manos de Ochoa y la solvencia y elegancia del zaguero argentino Sebastián Domínguez sepultaron las esperanzas santistas.