Los de Abajo
■ Informe CCIODH
Han pasado tres presidentes de México desde que la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos (CCIODH) realizó su primer recorrido por este país, y si algo queda claro es que los crímenes y las violaciones a los derechos humanos cometidos durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón siguen impunes. Los responsables de asesinatos, torturas, violaciones y desapariciones forzadas andan sueltos, mientras se castiga severamente a luchadores sociales con sentencias hasta de 67 años de prisión, como es el caso de los tres presos políticos de Atenco: Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, a quienes intentará visitar la comisión esta semana en la cárcel de alta seguridad del Altiplano (se les ha negado cinco veces).
Integrantes de la CCIODH están en México para presentar su sexto informe, correspondiente a la visita de observación que realizaron en febrero pasado. Junto al detallado documento de 482 páginas, difunden también un documental de una hora que contiene parte de las 612 entrevistas que realizaron a 275 personas de Chiapas, Oaxaca y Atenco. Se trata de un video que no deja lugar a la respiración. Los testimonios de la represión son desgarradores y reveladores de la extrema violencia institucional que se vive en México.
Cuando la comisión visite Chiapas para entregar el informe, se encontrará con nuevos y preocupantes ataques contra los pueblos zapatistas, quienes tan sólo en una semana fueron agredidos en las comunidades de San Jerónimo Tulijá, en la región norte del estado; en Zinacantán, en Los Altos, y en la zona de Morelia (donde permanecen hospitalizados seis bases de apoyo). Se encontrará también con las falsas promesas del gobernador Juan Sabines, quien se había comprometido a liberar a los dos zapatistas que fueron trasladados de una prisión en Tabasco a otra en Yajalón, Chiapas. Están enfermos, han permanecido injustamente tras las rejas durante 12 años y hoy son rehenes del gobernador.
Los observadores de derechos humanos estarán también en Oaxaca, donde permanecen tras las rejas cuatro presos políticos, en un ambiente en el que, como hace dos años, el magisterio ha vuelto a tomar las calles de la entidad, pues su lucha sigue vigente. Asimismo, podrán comprobar que continúan en el penal de Molino de Flores 16 personas, y tres en la cárcel del Altiplano, todos por los sucesos de Atenco.
Y, en medio de todo esto, la construcción de la autonomía en los pueblos zapatistas, el empecinamiento de los campesinos de Atenco, la solidaridad de la otra campaña, el activismo de la lucha popular de Oaxaca, donde, por supuesto, no se ha dicho la última palabra.