■ Firman acuerdo para mejorar condiciones de esos trabajadores
Jornaleros del jitomate en Florida logran un triunfo histórico ante Burger King
Nueva York, 23 de mayo. El David jornalero tumbó hoy a otro Goliat empresarial más, cuando la Coalición de Trabajadores de Immokalee y la gigantesca cadena Burger King anunciaron un acuerdo para trabajar de manera conjunta en busca de mejorar las condiciones de los jornaleros del jitomate en Florida, en su mayoría inmigrantes mexicanos y latinoamericanos.
Tras una intensa campaña nacional encabezada por la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés), apoyada por legisladores federales, líderes religiosos, estudiantes y artistas, Burger King firmó este vienes un acuerdo aceptando las demandas de la organización de jornaleros, con sede en Florida, en un acto sin precedente en el Capitolio de Estados Unidos.
Burger King se suma a McDonald’s y Taco Bell (y su matriz (Yum Brands), que luego de años de campañas acabaron aceptando acuerdos con esta agrupación.
Inicialmente Burger King no sólo rechazó toda negociación con la CIW, sino que lanzó una campaña feroz que buscaba revertir los acuerdos ya logrados con otras empresas y con la asociación de cultivadores de jitomate del estado. Con amenazas, la empresa declaró publicamente que jamás aceptaría el acuerdo, al que caracterizó de “antiestadunidense”.
Pero el ejecutivo en jefe de Burger King, John Chidsey, declaró hoy que “estamos complacidos de trabajar ahora de manera conjunta con la CIW para promover la meta común de mejorar los salarios de los jornaleros de jitomate de Florida, sus condiciones laborales y sus vidas”.
No sólo eso: “Ofrecemos disculpas por cualquier declaración negativa sobre la CIW o sus motivos anteriormente atribuidos a BKC (empresa matriz de la cadena) o sus empleados, y reconocemos ahora que esas declaraciones estaban equivocadas. Hoy abrimos una nueva página en nuestra relación y empezamos un nuevo capítulo de progreso real para los jornaleros de Florida”.
Agregó: “nosotros, con otros líderes de la industria, reconocemos que los cosechadores de jitomate en Florida necesitan mejores salarios, condiciones laborales y respeto por el duro trabajo que hacen; también alentamos a otros que compran o cultivan los jitomates en Florida a entrar en diálogo con la CIW para promover un cambio socialmente responsable a lo largo de la industria”.
Lucas Benítez, líder de la CIW, dijo en la conferencia de prensa conjunta en la sede del Congreso que “hoy estamos un paso más cerca de construir un mundo donde nosotros, como jornaleros, podamos gozar de un salario digno y condiciones laborales humanas a cambio del trabajo duro y esencial que hacemos todos los días”.
A pesar de los difíciles hechos de los últimos meses en el enfrentamiento con BKC, Benítez añadió que la CIW está dispuesta a trabajar conjuntamente por “un futuro de pleno respeto a los derechos humanos de los trabajadores de los campos de jitomate de Florida”.
En el evento, el influyente senador demócrata Dick Durbin y su colega independiente Bernie Sanders aplaudieron el acuerdo. Durbin consideró que es “un gran paso adelante” en la lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores. Sanders, al igual que Durbin, instó a otras empresas y a los grandes cultivadores a proceder en “un camino correcto”.
La batalla contra Burger King fue difícil por las tácticas que empleó la empresa en esta última fase. No sólo contrató a una empresa de seguridad especializada en “operaciones encubiertas” que intentó infiltrar una organización de estudiantes que promovió la campaña de la CIW en las universidades, sino que uno de sus ejecutivos divulgó en Internet comentarios vejatorios sobre la agrupación de trabajadores.
En los correos electrónicos y mensajes enviados por Stephen Grover, vicepresidente de Burger King, se afirmaba que los activistas sólo deseaban dinero para su uso personal y no para los trabajadores. Peor aún, usó la cuenta de correo electrónico de su hija, una estudiante, para ocultar el origen de la fuente. Al descubrirse todo esto, causó un gran problema de relaciones públicas para la empresa, la cual cesó al ejecutivo.
A la vez, se realizaron audiencias en el Congreso sobre las condiciones de “esclavitud moderna” en los campos de cultivo de Florida, y senadores visitaron Immokalee. Mientras tanto, la campaña movilizó a una alianza nacional que tomó acciones directas y presionó a la empresa y a todos sus socios, y la impasse culminó con el anuncio de hoy.
Pero la CIW señaló hoy que no tiene intención de descansar sobre este laurel. Benítez y su grupo recordaron que esta lucha continúa: “La responsabilidad social en la industria alimentaría de este país es inevitable, y aunque la explotación de los jornaleros de Florida es inaceptable, empresa por empresa estamos construyendo un camino hacia la justicia”.