■ Nueva temporada del montaje Bajo la piel de castor en el CCU
Se reivindica “la fortaleza de la mujer y madre frente a la sobrevivencia”
Ampliar la imagen Escena de la obra dirigida por De Tavira, que se presenta en el teatro Juan Ruiz de Alarcón Foto: José Jorge Carreón
La puesta en escena de Bajo la piel de castor, cuya temática vigente gira en torno a la lucha por la sobrevivencia en medio de la pobreza y la corrupción, comienza nueva temporada en el Centro Cultural Universitario (CCU).
Tras su estreno en el Centro Dramático de Michoacán (Cedram) y una breve temporada en el teatro Julio Castillo (La Jornada, 20/12/07 y 17/02/08), el montaje es una versión libre de la obra Der Biberpelz, de Gerhart Hauptman, realizada por Andrés Weiss, Stefanie Weiss y Luis de Tavira, con dirección de este último.
Desde el pasado jueves y hasta el 6 de julio se escenificará Bajo la piel de castor que, no obstante haber sido escrita a finales del siglo XIX, “se vuelve una especie de premonición del atroz siglo XX, presentándonos situaciones políticas y sociales aparentemente superadas”, comentó De Tavira.
“Lamentablemente la obra toca fibras espantosamente vigentes. Expone problemáticas semejantes a las que se viven aún hoy día en el interior del país, entre cuyas opciones de sobrevivencia para los campesinos está el narcotráfico.”
Voracidad del mercado
La historia se desarrolla en una comunidad rural cercana a Berlín, cuyo entorno natural es devastado por la voracidad industrial del mercado. Aparecen ríos contaminados, la corrupción política y administrativa.
El autor relata cómo la hija mayor de la familia –cuyo padre es desempleado y alcohólico–, tiene que trabajar como sirvienta. La madre recurre al robo y la mentira, para que puedan subsistir. “De alguna manera se rinde un homenaje a la fortaleza de la mujer y madre, quien sostiene la esperanza de sobrevivencia social.”
En tanto, la hija pequeña vive escandalizada ante las formas que su familia tiene que adoptar para sobrevivir, y va perdiendo ciertos valores, para entonces ser carne de reclutamiento “del activismo nihilista”, entendido como una pérdida total de valores.
Pese a la densidad de la temática, destaca Luis de Tavira, la obra es una conmovedora comedia naturalista, “que nos permite reflexionar sobre la conducta humana, tanto del funcionario que se corrompe, como la del que no tiene esperanza y se entrega a la enfermedad, como la de quien lucha para no rendirse”.
Con las actuaciones del elenco estable de la compañía del Cedram, la participación de Julieta Egurrola, Arturo Beristáin, Tomás Rojas y Gisela García Trigos como actores invitados, entre otros, con escenografía e iluminación de Philippe Amand, vestuario de Tolita y María Figueroa, Bajo la piel del castor tiene una duración de tres horas 45 minutos, con intermedios, por lo que las funciones serán de jueves a domingo, a las 18 horas. Para los estudiantes o público en general el servicio del Pumabús, de acuerdo con información de la Dirección de Teatro, de la Universidad Nacional Autónoma de México, “el último transporte pasará alrededor de las 22:15 y 22:30 horas”. Los jueves la entrada general será de 30 pesos.
La cita es en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).