■ La política ambiental no cambiará y es la misma que me hizo ganar, aseveró el presidente
Frenar depredación de la Amazonia, reto del nuevo ministro ambiental Carlos Minc
■ Entrarás en lugar de Pelé, dijo Lula al referirse a la ex titular de Medio Ambiente Marina Silva
Ampliar la imagen La ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva con su relevo, Carlos Minc, y el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, durante una ceremonia en el palacio de Planalto, en Brasilia Foto: Reuters
Brasilia, 27 de mayo. El ambientalista Carlos Minc asumió este martes el ministerio brasileño de Medio Ambiente con el desafío de frenar la depredación de la Amazonia y restaurar la confianza internacional en la capacidad de Brasil para proteger sus reservas naturales.
Minc sustituye a Marina Silva, quien renunció el pasado 13 de mayo, luego de seis años en el cargo, período en el que se convirtió en una referencia internacional de lucha por la preservación ambiental.
“Vas a entrar a la cancha en el lugar de Pelé, como le pasó a Brasil en 1962”, le dijo el presidente Luiz Inacio Lula da Silva a Minc al entregarle el cargo y comparar a Silva con el mayor futbolista brasileño de todos los tiempos.
“No está saliendo del gobierno una extraña ni está llegando al gobierno un extraño”, dijo el mandatario. Eso significa que la política ambiental del gobierno no cambiará, y es la misma que está en el programa que me hizo ganar dos elecciones, añadió.
Silva renunció hace dos semanas, tras enfrentarse al sector agrario y la prevaleciente teoría sobre el desarrollo de la Amazonia, una zona de la que es oriunda y que defendió con uñas y dientes.
La ex ministra era considerada un “ángel de la guarda” por ambientalistas, que dicen ahora temer por el futuro de la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo que cubre más del 60 por ciento de Brasil.
Minc, ex secretario de Medio Ambiente de Río de Janeiro, deberá adecuar la gestión ambiental a los proyectos de desarrollo y reducir la deforestación de la Amazonia que estaba en descenso pero comenzó a recrudecer en 2007.
De 56 años, Minc fundó el Partido Verde y a fines de los 80 se sumó al izquierdista Partido los Trabajadores de Lula. Es considerado un ambientalista pragmático, capaz de adecuarse a las demandas del desarrollo.
Marcelo Furtado, responsable de las campañas de Greenpeace en Brasil, dijo que “el mayor desafío de Minc será rescatar la legitimidad del ministerio de Medio Ambiente. Esa legitimidad se fue del ministerio con Marina Silva”.
Existe ahora “una interrogante sobre la capacidad brasileña de reconstituir su gerencia ambiental. Esa confianza en la capacidad brasileña no se recuperará con discursos, sino con acciones concretas en la Amazonia, afirmó.
Furtado destacó que Lula defiende a la Amazonia en sus discursos pero se preguntó: “¿qué diferencia hay entre darle la Amazonia a los extranjeros o darle la región al agronegocio? Pienso que los que defienden el desarrollo a cualquier precio están ganando el forcejeo en el gobierno”. Para Lula, añadió, “la cuestión ambiental es una piedra en el zapato”.
Las mismas inquietudes expresó el director de la organización Grupo de Trabajo Amazónico, Alberto Cantanhede. “El principal problema que el ministro Minc tendrá que resolver es el institucional, con los programas amazónicos en manos de Mangabeira Unger”, el ministro de Asuntos Estratégicos, dijo Cantanhede. También tendrá que unir las ideas de preservación ambiental, desarrollo sostenible y crecimiento económico, algo que la ex ministra Marina no consiguió”, añadió.
Cantanhede no cree que esté en juego la capacidad de Brasil de preservar la Amazonia como expresaron políticos y ambientalistas europeos. “Quieren hacernos creer que los brasileños no tenemos capacidad de cuidar de nuestros recursos. Sí los tenemos, por eso la Amazonia aún está ahí”, aseveró.
Marina Silva renunció el pasado día 13, luego de cinco años y medio al frente del ministerio de Medio Ambiente. “Es una gran pérdida para Brasil”, incluso en términos de imagen internacional, por el prestigio de Silva, comentó en su momento Liszt Vieira, presidente del Jardín Botánico de Río de Janeiro, senador por el norteño estado amazónico de Acre, tal como la ex ministra, y uno de sus colaboradores más cercanos.
La dimisión se dio en momentos de tensión por el cambio climático y en vísperas de la novena conferencia de las partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica, que se realiza desde el día 19 y hasta el 30 de este mes en Alemania.
Silva, que empezó su vida política en luchas ambientales y sociales en Acre, absorbió muchas derrotas en el gobierno desde que fue investida ministra en enero de 2003, al iniciarse la gestión de Lula. La aprobación de las siembras de productos transgénicos, la construcción de grandes centrales hidroeléctricas, carreteras en la Amazonia y la reactivación del programa nuclear son algunas de sus frustraciones. Pero fue capaz de defender los proyectos como “miembro solidario del gobierno”, incorporándoles pequeñas medidas que reducen los impactos ambientales negativos.