Usted está aquí: miércoles 28 de mayo de 2008 Mundo Tortura, discriminación y desapariciones “siguen arruinando la vida de muchos” en AL, señala AI

■ Exige a gobiernos ofrecer disculpas por “60 años de fracasos en derechos humanos”

Tortura, discriminación y desapariciones “siguen arruinando la vida de muchos” en AL, señala AI

■ Se dice optimista por algunos cambios políticos en la región, particularmente en Cuba y Paraguay

Afp y Dpa

Londres, miércoles 28 de mayo. La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) afirmó que la tortura, la discriminación y las desapariciones forzosas continúan “arruinando la vida de muchos” en toda América Latina, y llamó a los gobiernos del mundo a rechazar las políticas “miopes” que han vuelto el planeta “un lugar más peligroso y dividido” y a ofrecer disculpas por los “60 años de fracaso en derechos humanos”.

Al presentar su informe anual 2008, la secretaria general de AI, Irene Khan, llamó a potencias emergentes, como Brasil, México, India y Sudáfrica a convertirse en modelos de respeto de los derechos humanos y reprochó que los “abusos de poder y contra los derechos humanos” sigan quedando impunes en América Latina.

Kahn se mostró optimista con algunos cambios políticos en la región, particularmente en Cuba y Paraguay, donde se abren posibilidades de “mejora en la situación de los derechos humanos”.

Torturas, actos de discriminación y desapariciones forzosas “siguieron arruinando la vida” de muchas personas en América Latina, denunció AI.

En medio de este panorama sombrío, Khan hizo hincapié en algunos de avances en las últimas seis décadas, entre ellos la adopción de una legislación contra crímenes de guerra, de leyes de protección de los derechos civiles y en la abolición por cada vez más países de la pena de muerte.

El informe 2008 de AI subraya que, 60 años después de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por Naciones Unidas, subsiste un abismo entre las promesas del documento del organismo y la realidad.

“Estados Unidos es la superpotencia mundial que también determina el comportamiento de otros estados. El mundo necesita que Estados Unidos se comprometa realmente con la defensa de los derechos humanos, tanto en su país como en el exterior”.

El reciente balance del gobierno de George W. Bush no es brillante: Estados Unidos se niega a considerar tortura la simulación de ahogamiento, continúan los interrogatorios en prisiones secretas de la CIA y sigue habiendo centenares de detenidos en la base naval de Guantánamo (en Cuba), en Bagram (Afganistán) y en Irak.

“Al menos en 81 países todavía se infligen torturas o malos tratos a las personas, en unos 54 se les somete a juicio sin las garantías debidas y en por lo menos 77 no se les permite hablar con libertad”, denunció la organización defensora de los derechos humanos, con sede en Londres.

“La injusticia, la desigualdad y la impunidad son hoy las marcas distintivas de nuestro mundo”, resumió la responsable, en rueda de prensa en Londres, en la que señaló algunos avances en el combate por el respeto de los derechos humanos, entre ellos el creciente protagonismo de la sociedad civil.

El texto ofrece un triste panorama de la situación de los derechos humanos en el mundo, y reporta torturas, desapariciones, muertes, represión, censura, ejecuciones y abusos en decenas de países, desde Colombia a Irak, pasando por China, Rusia y África.

AI denunció en particular la falta de compromiso de las grandes potencias con el respeto e implementación de la Declaración de los Derechos Humanos.

“2007 se caracterizó por la impotencia de los gobiernos occidentales y la ambigüedad o renuencia de las potencias emergentes para atajar algunas de las peores crisis mundiales de derechos humanos, ya fueran arraigados conflictos o crecientes desigualdades que dejan relegadas a tantos millones de personas”, reprochó el organismo.

En la rueda de prensa, Khan fustigó “la guerra contra el terror” impulsada por Estados Unidos, y advirtió que seis años después de haberla lanzado, ese país “sigue manteniendo recluidas bajo custodia militar indefinida a centenares de personas sin cargos ni juicio, en Afganistán y en Guantánamo, y a varios miles más en Irak”.

“Son los poderosos los que tienen que predicar con el ejemplo”, subrayó Khan, que llamó al próximo presidente de Estados Unidos a que restablezca la autoridad moral de ese país cerrando la prisión en la base naval de Guantánamo, prohíba la tortura y cese su apoyo a regímenes autoritarios.

Al llamar a un liderazgo compartido, recalcó que 2008 ofrece una oportunidad sin precedentes a los nuevos líderes que accedan al poder y a los países que emergen en el mundo para definir nuevas orientaciones y rechazar políticas miopes que han vuelto el mundo más peligroso y polarizado.

“La mayor amenaza para el futuro de los derechos humanos es la ausencia de una visión compartida y un liderazgo colectivo”, afirmó Khan, y recalcó su optimismo por la creciente influencia de la sociedad civil, como se reflejó en las protestas de septiembre pasado en Myanmar, cuando miles de monjes salieron a la calle para denunciar la represión de la junta militar.

AI pidió encarecidamente a China que se atenga a la promesa de mejorar la situación de los derechos humanos en el país, cuando faltan dos meses para los Juegos Olímpicos de Pekín.

 
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