■ Detecta Sedeco incrementos mediante un sondeo de precios en tiendas de autoservicio
Sin freno, la carrera alcista en productos de la canasta básica
■ Del 1O de abril al 21 de mayo algunos alimentos aumentaron 65 por ciento en promedio
■ Capitalinos que enfrentan situaciones adversas sobreviven con lo que recogen en la Ceda
Ampliar la imagen Una opción para hacer rendir el exiguo gasto es abastecerse en el centro Foto: María Luisa Severiano
El aumento en el precio de los alimentos continúa en la ciudad de México. Del 1O de abril al 21 de mayo hubo un alza promedio de 65 por ciento, aunque el arroz subió 113.33 por ciento; el azúcar, 112.37; el huevo, 111.25; y el aceite 107.75, lo cual provocó que los consumidores gastaran 44 pesos más para adquirir una canasta de 16 alimentos considerados básicos, en las tiendas de autoservicio.
La titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Laura Velázquez Alzúa, informó que en un sondeo realizado en la cadena comercial Wal-Mart se detectó un incremento en esos productos de 4 por ciento en menos de dos meses, al cotizarse en 361.35 pesos, aunque la diferencia respecto de su costo el año pasado es de 32 puntos porcentuales, tendencia que significa un “foco rojo que debe atenderse con medidas de largo plazo, no mediáticas, para no afectar más el poder adquisitivo de la población”.
Además de su alimentación, la cual, dijo, se “ha ido estrechando, afectando los niveles nutricionales que requieren los niños y personas de la tercera edad, principalmente”, pues un salario mínimo de 52.57 pesos no alcanza para comprar la canasta básica diseñada por la administración capitalina. Hasta marzo se consideraron 86 productos, pero ante la crisis alimentaria que se vive en el mundo y ya afecta al país, se redujo a 16, que “son los básicos para medio sobrevivir”, precisó.
Ellos son: arroz, frijol negro, lenteja, plátano, aguacate, chile serrano, tomate verde, carne de cerdo, mojarra, aceite, azúcar, huevo, leche pasteurizada, detergente, pasta dental y jabón de tocador, cuyos precios también varían de un centro comercial a otro, mercados públicos, tianguis y la Central de Abasto (Ceda), la cual continúa siendo el canal de distribución más barato de la capital, al ofrecer a sus clientes un precio de 249.8 pesos por dicha canasta, destacó.
La “tardanza en la aplicación de una política que evitara un disparo de precios y, por ende, una espiral inflacionaria, provocó que muchos de los alimentos aumentaran más de 100 por ciento, como arroz, aceite, leche y huevo; mientras el kilo de lentejas o carne de cerdo subieron 67.14 y 43 puntos porcentuales entre abril y mayo, cuando el costo de un jabón de tocador se elevó en 146.55 por ciento, al pasar de 5.50 a 7.15 pesos, una séptima parte del salario mínimo”, explicó la funcionaria.
Dicha situación ha obligado a algunas personas a acudir a las instalaciones de la Ceda a buscar los alimentos desechados en grandes botes de metal y plástico, como es el caso de Ulises, que junto con su hermana Gloria se presentan todos los días, muy temprano, a husmear entre la basura y escoger las frutas y verduras en buenas condiciones.
Hasta hace unos meses, comentaron, “no teníamos necesidad de hacer esto, que es horrible y sólo pensábamos hacían los pordioseros y vagabundos. La muerte de mi papá, el despido de mi mamá de la fábrica y la negativa de la gente a darle trabajo, cambió nuestras vidas. En la mañana venimos a buscar aquí comida y acarrear bolsas de la gente que quiere nuestra ayuda, a escondidas, porque somos niños y hay gente que nos lo impide y amenaza. Y en las tardes vamos a la escuela”.
Así “no nos morimos de hambre aunque mucha de la fruta ya no tiene un buen sabor, pero nos llena”, dijeron mientras con su “gran tesoro”, colocado en una vieja bolsa de mandado, caminan entre los pasillos de la Ceda donde, señalaron, “hay otros niños y adultos que hacen lo mismo porque no tienen para comer”.