■ Insuficiente, gratuidad de servicios si no se capacita al personal para emergencias obstétricas
Persiste rezago en abatimiento de la mortalidad materna, advierten ONG
■ Embarazo Saludable podría marginar comunidades que, sin vivir en en la miseria, son muy pobres
Ampliar la imagen Integrantes de organizaciones no gubernamentales realizaron ayer un acto en el Hemiciclo a Juárez con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres Foto: María Luisa Severiano
Hoy se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, aunque en México persiste la falta de certeza sobre la efectividad de los programas sanitarios enfocados a mejorar las condiciones de la población femenina, afirmaron organizaciones civiles, las cuales resaltaron el rezago que aún existe en el abatimiento de la mortalidad materna.
Durante un acto de las ONG en el Hemiciclo a Juárez, donde regalaron flores a los transéuntes, Daniela Díaz, miembro de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, resaltó que el discurso oficial debe acompañarse de voluntad política y estrategias integrales de atención, las cuales “ya han demostrado su eficacia para evitar las muertes innecesarias de las mujeres”.
En específico, se refirió al anuncio hecho por el presidente Felipe Calderón el pasado 9 de mayo, respecto a la gratuidad en la atención de embarazo, parto y puerperio. Comentó que el acceso gratuito a los servicios médicos es insuficiente si no está acompañado de capacitación del personal de salud en el manejo de la emergencia obstétrica, garantía de abasto de insumos y material de curación, así como de un sistema de traslado de las mujeres desde sus comunidades a los hospitales, entre otros.
De acuerdo con la información oficial, el componente de Embarazo Saludable se enfocará a los municipios con menor índice de desarrollo humano, y aunque, efectivamente, registran una grave problemática, también existe en otras localidades, y el riesgo es que podrían pasar desapercibidas con la concentración de recursos en las áreas de mayor marginación, advirtió Díaz.
Lo que se requiere –comentó– es una estrategia nacional para reducir la mortalidad materna en el país, la cual también debe tomar en cuenta la situación en que se encuentran quienes lograron salvar su vida, pero quedaron con secuelas a causa de las complicaciones del embarazo, el parto o el puerperio, de las cuales nadie habla.
Un programa nacional también requeriría garantizar su aplicación en los estados de la República, dijo la investigadora, quien recordó que hace unos días el titular de la Secretaría de Salud, José Angel Córdova Villalobos, planteó que las entidades federativas toman decisiones autónomas sobre sus estrategias de salud. En esas condiciones, planteó Díaz, no existe certeza alguna de que se cumplan los discursos y afirmaciones de que se combatirá la mortalidad materna.
Seguramente, la situación mejorará en los municipios donde opere Embarazo Saludable; sin embargo, nada pasará en el resto de localidades que, sin vivir en la miseria, también reportan elevados índices de pobreza, subrayó.