Externa el Episcopado su preocupación
Con la importación indiscriminada de granos también crece el peligro de que entren al país semillas genéticamente modificadas, que impliquen graves riesgos para la salud, la biodiversidad y la economía campesina, advirtieron obispos de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, quienes insistieron en que el problema de fondo es el olvido que ha sufrido el campo desde hace muchos años.
En tanto, la arquidiócesis primada de México recordó que todo país busca la autosuficiencia alimenticia. “La plena soberanía está en juego. El gobierno no debe escatimar esfuerzos para que los campesinos alcancen la mayor autonomía posible en la producción, porque no podemos depender de las importaciones”.
Ambas instancias cuestionaron la producción de biocombustibles derivados de los granos. “No se pueden poner por encima del derecho a la alimentación de las personas las ventajas de la industria, favoreciendo de nueva cuenta a ésta antes que al campo”, señalaron los obispos de Valle de Chalco, Luis Artemio Flores, y de Nezahualcoyótl, Carlos Garfias.