■ Diputados exigían prórroga de 48 horas para analizar dictamen
Triana revienta sesión ante el riesgo de perder debate electoral
■ A petición del panista, AN, NI y PRI aprueban llevarlo a otra comisión
Amparándose en el artículo 12 del Reglamento de Comisiones de la Asamblea Legislativa, el diputado panista Jorge Triana Tena, presidente de la Comisión de Asuntos Político Electorales, decidió de manera unilateral dar por terminada la sesión en la que se discutía el dictamen de reformas al Código Electoral del Distrito Federal, pese a la oposición de los demás integrantes.
“Después de escuchar sus consideraciones he decidido someter a votación en otra ocasión el dictamen. No hay condiciones para que se desarrolle el resto de la votación. Se da por clausurada esta sesión”, anunció el panista, mientras escuchaba el reclamo airado de su homóloga de Nueva Alianza, Gloria Cañizo: “recuerde que usted es sólo el que coordina los trabajos de esta comisión, no su dueño. Somos pares y quien toma las decisiones en esta asamblea son los 66 diputados, no sólo nueve”. En medio del alboroto se escuchó: “Heil Hitler, Triana. Es usted un nazi”.
El perredista Agustín Guerrero recriminó también al panista, a quien apremiaba a reiniciar los trabajos y someter a votación la propuesta que ocho diputados le habían hecho de aplazar la discusión y aprobación del dictamen de reformas al Código Electoral.
Triana tomó sus cosas y abandonó el salón seguido por los reporteros, ante quienes justificó su decisión de cancelar la sesión, acusando al Gobierno del Distrito Federal de orquestar todo esto a fin de establecer un Consejo General del IEDF a modo.
Posteriormente, el panista entregó un documento a la Comisión de Gobierno –la cual había decretado un receso en su sesión, en espera del dictamen que se recibiría de la Comisión de Asuntos Político Electorales– y solicitó turnarlo a la Comisión de Normatividad Legislativa y Prácticas Parlamentarias, encabezada por otro panista: Ezequiel Rétiz, al considerar que no existían las condiciones para llegar a la dictaminación del texto en su comisión.
En medio de una ríspida reunión, la alianza PAN-NI, respaldada por el priísta Jorge Schiaffino, impuso su mayoría en la Comisión de Gobierno y aprobó por seis votos contra cuatro (de los perredistas Agustín Guerrero, Balfre Vargas, así como Xiuh Guillermo Tenorio, del Panal, y Alejandro Ramírez, de la Coalición Socialdemócrata) que se diera turno a la comisión de Rétiz.
Al terminar la reunión de la Comisión de Gobierno, su presidente, Víctor Hugo Círigo, anunció que se realizaría el periodo extraordinario este jueves a partir de las 11 horas, y que en caso de no tener listo el mencionado dictamen se decretaría un receso. En tanto, el presidente de la Comisión de Normatividad convocó a los integrantes de ésta para sesionar hoy a las nueve de la mañana.
Por la tarde, el operador político de Víctor Hugo Círigo, Juan Carlos Beltrán denunció: “hay una operación de Estado, el gobierno busca tomar el control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.
A lo largo de más de dos horas los diputados Alejandro Ramírez, de la Coalición Socialdemócrata; los perredistas Agustín Guerrero, Balfre Vargas y Arturo Santana, así como Gloria Cañizo, de Nueva Alianza, expusieron sus argumentos para sustentar su solicitud de abrir un receso de 48 horas a fin de analizar el dictamen que se les había entregado cuatro horas antes.
Contrarios a ellos, los perredistas Juan Carlos Beltrán e Isaías Villa aseguraron que no existían argumentos suficientemente sólidos para posponer la discusión del dictamen, y los retaron a decir lo que, según ellos, estaba detrás de su propuesta.
Gloria Cañizo les advirtió que si se había tenido un error de interpretación en lo que señala el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal aprobado por el Congreso de la Unión sobre el plazo en que la Asamblea Legislativa debería hacer las reformas correspondientes al Código Electoral, qué se podía esperar de un dictamen que ni siquiera habían tenido oportunidad de analizar.
Añadió que “el plazo vencía hoy, entonces ya estamos fuera de los tiempos que se nos marcaron”. Villa admitió que podían haber tenido “un mal cálculo, pero que esto no tenía ninguna complicación”.