■ Realizará un recorrido por la tradición de los tangos y boleros

Bermejo reúne su raíz bipartita en GardeLara, me quito el sombrero

■ Llevará el espectáculo a varios escenarios del país; hoy, en el Lunario

Juan José Olivares

GardeLara, me quito el sombrero es el nombre del nuevo espectáculo de Margie Bermejo. Se trata de una especie de homenaje a los dos polos de su corazón –su padre es mexicano y su madre argentina–, así como a Carlos Gardel y a Agustín Lara, motivo para que la cantante regrese a los escenarios, que “me llaman y me crean adicción. Es que a mí no se me ocurrió otra cosa en la vida que cantar y, como decía mi papá, tendré que morir con la guitarra en la mano”.

La voz de Margie Bermejo y el piano de Dimitri Dudin se revisten de leyenda, mito y tradición con boleros y tangos de estos dos grandes compositores latinoamericanos del siglo pasado. Hablamos de que Margie realizará una viaje sonoro por el tiempo y la geografía, desde el cono sur hasta México.

–¿Cuál fue el paralelismo entre Gardel y Lara? –se cuestiona a Bermejo.

–Ambos eran misteriosos. En ambos, su lugar de origen es incierto: Gardel decía que era francés y de Buenos Aires, y Lara decía primero que era chilango, luego que de Veracruz y después dijo que no, que preferiría ser de Tlacotalpan. Los dos se iniciaron en lugares tipo burdel, donde amenizaban con su música. La soledad era algo que ambos también tenían en común... y lo mujeriegos. Eran hombres enigmáticos y usaban sus sombreritos, por eso yo puse el título de Me quito el sombrero, porque mi carrera es larga y ya me corresponde este reconocimiento.

Para la artista significa también “juntarme con mis dos raíces y reconocer todo lo que hay atrás, de todo lo que me enseñaron Argentina y México”.

Luego de un tiempo de ausencia para realizar un proyecto cultural, Bermejo regresa al tablado con su alma bipartita, “porque tengo raíces argentinas y mexicanas. La historia es que en una ocasión a Alfonso Nieto, agregado cultural de México en Argentina, se le ocurrió esta idea de hacer lo de Gardel y Lara. Me lo sugirió y entonces algo mágico surgió; fue para mí una iluminación, y es justo lo que quería hacer en cuanto a estos dos personajes, porque ahí están dos países, dos sentimientos“.

Revisión de historias

–¿Cómo fue la selección?

–Primero fue meterme con Lara, que era más fácil porque hace mucho tiempo que lo conozco, pero de todas maneras no se trataba de repetir lo que ya tenía, y luego a estudiar mucho la vida de Gardel, a buscar su material y, después, a revisar su música. Hicimos una selección de textos para ver sus coincidencias, a pesar de que son de épocas diferentes.

A Margie Bermejo la hace regresar su “vocación, esa necesidad imperiosa del alma, de la pasión, del espíritu, estar acostumbrada a tener esa inyección del escenario todo el tiempo, me hicieron volver. Hacer cosas es muy comprometido y te vas introduciendo, pero de pronto te dices ‘me falta una parte’, una parte artística; sabía que hacer otro proyecto requería de todo el tiempo. Fue enriquecedor, pero ahora vuelvo con muchas ganas y entusiasmo; preparada para esta nueva etapa”.

Abunda: “Nunca he dejado de estar en la actividad artística y cultural, pero la necesidad de estar en el escenario es muy grande y uno no lo sabe hasta que lo deja, porque yo trabajo desde los 13 años sin parar. No sabía lo que era no estar en el escenario. Aunque tampoco me imaginé que algún día lo iba a dejar.

“No es nada fácil reiniciar, ponerte a trabajar nuevamente, crear algo; no es fácil, pero es lo único que sé hacer. Volver me me dio una inyección nueva y creo que el proyecto que tengo es en algo en lo que creo, como siempre ha sido; el instinto me lleva.”

En el espectáculo, que la artista piensa llevar a varias partes del país, aparecen ella y Dimitri, con un poquito de multimedia.

La cita es este viernes en el Lunario del Auditorio Nacional a las 22 horas.