IMSS: ¿nuevamente en la puerta del Banco Mundial?
En 2007 al director de Prestaciones Médicas del IMSS-Horcasitas, doctor Santiago Echevarría Zuno, le resultó “inexplicable” la deficiente calidad de los servicios que reciben los pacientes seropositivos, condiciones denunciadas por Derechohabientes del IMSS Viviendo con VIH/sida. Sólo con acudir al archivo del fatal sexenio de Fox hubiera saldado sus interrogantes.
Para “resolver” el asunto, Echevarría los invitó para que participaran “en el grupo de trabajo que diseñará el programa institucional”. Pero las denuncias siguieron. La CNDH documentó que el IMSS-Horcasitas ocupa el deshonroso primer lugar en quejas recibidas: 233 casos contra 159 de la PGR (conteo trimestral abril/2007) y mil 15 quejas contra 671 de la PGR (diciembre/2007), sin mencionar la ausencia de programas similares para otros grupos de pacientes, como los hipertensos, por ejemplo.
Un año después –a pesar de que el Conapo de Elena Zúñiga estime que durante el foxismo “cayó el acceso a métodos anticonceptivos” y Afluentes denuncie el retroceso en los programas de salud reproductiva– a Echevarría (responsable del préstamo por 725 millones de dólares que el Banco Mundial otorgó al IMSS-Borrego después de la “reforma” Zedillo de 1995 y sobre el cual, transcurrida una década, aún no se rinden cuentas) le resulta explicable la inutilidad de la Coordinación de Salud Reproductiva a su cargo. ¿Con qué argumento? Sencillo: “ya no se necesita porque se cumplió el objetivo de reducir el índice de natalidad de 6 a 1.9 hijos por mujer y tenemos que atacar otros problemas más relevantes”. Conapo sostiene que entre 1997 y 2006 la proporción de adolescentes que utilizaban anticonceptivos cayó de 45 a 39 por ciento.
Además, Echevarría asegura que la distribución de anticonceptivos y la prevención de infecciones de transmisión sexual será continuada por Prevenimss, aunque su titular, Irma Fernández, reconozca que de los 2 mil 245 módulos que lo integran, hasta 40 por ciento carece de personal operativo: enfermeras. Alrededor de Prevenimss también hay módulos cerrados, saturados, desinformación, apatía y largas horas de espera. Dispone (en 2008) de mil 905 millones de pesos contra los 37 mil millones de pesos del Seguro Popular (y su modalidad cambray: sólo para los recién nacidos), además de que el IMSS-Horcasitas, según Echevarría, enfrenta un déficit de 14 mil camas, la población derechohabiente “ha crecido muchísimo en relación a la infraestructura”, en urgencias los pacientes “pueden estar 24 o 48 horas porque no hay espacio para darles una cama” y deben aguardar “hacinados en sillas”.
Según Irma Fernández, los médicos tienen “la obligación” de incentivar a sus pacientes para que hagan uso de Prevenimss, pero “la dinámica diaria los rebasa y no tienen tiempo o interés de sumarse al proyecto”. ¿En estas contundentes evidencias funda Echevarría la “atención” de la salud reproductiva?
Pero como director de Prestaciones Médicas, Echevarría Zuno también estima que en los últimos 10 años “y en particular en el gobierno de Fox” (es decir con Levy y su antecesor en el cargo, Onofre Muñoz, quien se jubiló –ya con Horcasitas– alcanzando una pensión de 14 millones de pesos) se erogaron 11 mil millones de pesos en la Coordinación de Investigación del IMSS, cuyos proyectos “nada tienen que ver con los problemas de salud que afectan a los derechohabientes”.
No sorprende que –después de la desaparición (diciembre 2007) del Fondo de Fomento a la Investigación (que dispone de recursos por 250 millones de pesos para 2008), sin nunca aclarar las presuntas irregularidades de la era Levy, cuando estuvo a cargo del doctor Martínez Cairo– en abril, médicos e investigadores del IMSS denunciaran el inminente despido de más de 100 técnicos, científicos y personal de auxilio: “se está debilitando la fuerza científica del instituto”, advirtieron. A lo que Echevarría sólo replicó que la “difícil” situación financiera del instituto “obliga a tomar medidas”, porque “estamos creando un nuevo modelo de investigación”, para finalmente admitir que ese fondo tuvo que ser “retrasado” por el “desvío incorrecto” de recursos y transformarlo en un Fideicomiso para la Investigación en Salud, aunque él mismo nombrara a un coordinador de Investigación en Salud que se presenta como investigador nivel 1 del SNI, sin que Conacyt lo tenga registrado.
Pero Echevarría declara que el IMSS promueve una “medicina social” con fármacos no necesariamente “novedosos pero sí de calidad”, aunque los servicios médicos a su cargo estén mucho peor que como Zedillo los entregó a Fox.
En el año 2000, Santiago Echevarría fue desde el IMSS-Borrego un entusiasta promotor de la fallida campaña del priísta Labastida a la Presidencia. Después de un sexenio en la práctica privada, ha regresado “a casa” acompañando a un panista “paladín de la transparencia”: Juan Molinar Horcasitas. Aunque también ha regresado a seguir tocando a la puerta del Banco Mundial en Washington, ¿para activar otro préstamo monumental? Porque, respecto al primero (contratado el 14 de septiembre de 1998 y clasificado como 4367-ME), al ser requerido –vía IFAI– el IMSS-Levy respondió en 2003 que “son documentos que el Banco Mundial entregó a esta institución únicamente para uso oficial. Tienen una distribución restringida por lo que su contenido no se puede divulgar”.
¿Será que el segundo préstamo, nuevamente bajo la responsabilidad de Santiago Echevarría, aunque 10 años después, servirá para enfrentar el déficit de camas e infraestructura, o sólo para soportar los convenios de servicios múltiples que Molinar pretende imponer a la “empresa” IMSS, mientras el Seguro Popular recibirá 49 mil millones de pesos en 2009?
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco