■ Presentaron el libro Corte de caja: entrevista al subcomandante Marcos

La lucha de clases en el país ha tenido una severa restructuración: González Casanova

■ Un grupo enorme de excluidos no tiene derecho a la protesta, indica el sociólogo

■ El movimiento zapatista no se ha radicalizado, sino que se nos ha olvidado, expresa

Mónica Mateos-Vega

En México ha habido una restructuración de la lucha de clases muy fuerte, afirma el sociólogo Pablo González Casanova, pues mientras hay sectores de trabajadores que reciben un sueldo, tienen buen nivel de vida y educación, existe un grupo enorme de excluidos.

El autor de Sociología de la explotación (1980) explica que “ahora hay sectores entre los trabajadores con hijos que van a la universidad y son médicos o abogados. Son trabajadores normales, organizados, con derechos, cada vez más limitados, es cierto, pero llegan a tenerlos, mientras otros ni siquiera formalmente cuentan con esos derechos y si tratan de obtenerlos de inmediato son reprimidos.

“Otros no tienen derecho de negociar, ni siquiera al estilo del sindicalismo mexicano. Es un grupo enorme de excluidos que no tienen el derecho, que los demás han logrado: a la protesta, a la crítica, a la manifestación.”

Principios no negociables

Durante la presentación del libro Corte de caja: entrevista al subcomandante Marcos, de Laura Castellanos y Ricardo Trabulsi, realizada la tarde del jueves en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, González Casanova recordó que el movimiento impulsado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional “intentó por todos los medios el diálogo y un tipo de negociación nueva; no es un movimiento que la rechace.

“A lo que se niegan es a la negociación de principios. Por eso, ellos inician en la historia de México un nuevo tipo de negociación, es una de sus muchas aportaciones.

“Pero después de una larga negociación que logra los derechos de los pueblos indios (los Acuerdos de San Andrés), que firman todos los partidos políticos y el gobierno, después nadie reconoce esos derechos.

“No es que se haya radicalizado el movimiento zapatista, sino que se nos ha olvidado, pues incluso les quitaron derechos que tenían desde la época colonial. Entonces, no hay un capricho en sus peticiones, hay toda una historia muy dolorosa.

“Me llama mucho la atención, de forma agradable, el estilo con el que Marcos ahora critica a las fuerzas progresistas de izquierda. Es una manera más pedagógica, analítica. Dice ver algo que es auténtico: no podemos generalizar lo que pasa de un país a otro de América Latina, aunque somos una misma región, tenemos historias distintas.”