■ Mujer en cuarto azul tuvo un precio de salida de $3 millones
Óleo de Rufino Tamayo no consiguió comprador en subasta en el DF
Ampliar la imagen Mujer en cuarto azul, 1954, cuadro de Rufino Tamayo
En contraste con el entusiasmo que la obra del maestro Rufino Tamayo (1899-1991) ha despertado en el mercado de arte en Nueva York, su óleo sobre tela Mujer en cuarto azul no consiguió comprador durante la subasta realizada la noche del jueves en la ciudad de México, por la casa Luis C. Morton.
A la casa de subastas sorprendió que no hubiera alguien interesado, aunque podría deberse a su precio base en la puja de 3 millones de pesos, explicó Paola Vergara, responsable de la consignación del catálogo dedicado al arte moderno y contemporáneo.
Sin embargo, la casa Luis C. Morton informó que el arte mexicano y latinoamericano va en ascenso y pasa por un buen momento dados los excelentes resultados con los que culminó la subasta del jueves.
Artistas como Tamayo, Pedro Coronel, Dr. Atl, Diego Rivera, Raúl Anguiano, Roberto Montenegro, Rodolfo Morales, Sergio Hernández, Leonora Carrington, Sofía Bassi y Joy Laville “fueron los galardonados de la noche” al obtener precios importantes, en lo cual quizá influyó el alza en las ventas de arte latinoamericano de Christie’s y Sotheby’s. Por ejemplo, Retrato de Chucho Reyes y autorretrato, de Montenegro, se vendió en 762 mil 125 pesos.
De nuevo a la venta
Los seudos, de Francisco Corzas, valuado en 1.3 millones de pesos tampoco fue de interés para algún potencial comprador.
El lienzo de Tamayo, que retrata a una dama sobre un fondo azul, firmado en 1954, podría volver a ser ofrecido en una siguiente subasta, aunque todavía no se ha determinado la fecha de venta, informó la casa Luis C. Morton.
Sin embargo, se vendieron otras cuatro piezas de la autoría del notable pintor oaxaqueño, en precios que oscilaron entre 20 y 56 mil pesos.
Cabe recordar que casi de manera simultánea a la subasta de la casa Morton, Sotheby’s vendió en 3.6 millones dólares el óleo El comedor de sandías, y en la víspera El trovador se convirtió en la obra mejor cotizada para un latinoamericano.