■ Plantea que el Parlamento Migrante participe en la discusión de la reforma energética
Propone el PRI que connacionales en EU inviertan remesas en bonos petroleros
■ Se busca que a mediano plazo haya recursos para infraestructura en zonas expulsoras de mano de obra
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A las diversas organizaciones que se han sumado a la discusión de la reforma en materia energética se busca que se integren las de connacionales en el exterior
Foto: Marco Peláez
La bancada del PRI en la Cámara de Diputados propondrá al Parlamento Migrante, conformado por líderes de organizaciones de mexicanos en Estados Unidos, debatir la reforma energética y buscar un esquema de participación para aprovechar el potencial de las remesas.
“Hay el interés de los paisanos en Estados Unidos de encontrar un esquema de inversión para sus recursos, que bien podrían ser los llamados bonos petroleros o algún otro esquema que les permita ganancias garantizadas y promover un mayor bienestar de sus familias en México”, señala el tricolor.
El Parlamento Migrante fue instalado en 2007 y es una instancia de interlocución entre los mexicanos que residen en Estados Unidos y el Congreso de la Unión, y en ese organismo el PRI buscará presentar un modelo de financiamiento a la inversión productiva a través de la colocación de los bonos petroleros.
En un comunicado se informó que el Revolucionario Institucional promoverá que los bonos petroleros se coloquen principalmente con familias de migrantes, en zonas de alta expulsión de mano de obra, con el propósito de motivar la inversión productiva de las remesas.
Destaca que 98.5 por ciento de las remesas de 2007, que sumaron 25 mil 300 millones de dólares, fueron destinado al autoconsumo y sólo 1.5 por ciento a la inversión productiva, por lo que el tricolor planteará, en el contexto de la reforma energética, la creación de la figura de “bonos petroleros de financiamiento a las familias de migrantes”.
Se pretende que a mediano plazo los bonos se puedan canjear por financiamiento a proyectos de empresas familiares de los migrantes, y el incremento de la participación pública canalizarla a proyectos de generación de empleos y desarrollo social e infraestructura en regiones altamente expulsoras para detener ese fenómeno en los próximos años.