■ La producción de ese ramo “prácticamente no existe”
Exigen cenecistas modificar las bases de la política agropecuaria
Es indispensable cambiar los ejes fundamentales de la política agropecuaria para contener la crisis alimentaria en el país, advirtieron miembros de la Confederación Nacional Campesina (CNC), tras advertir que las estrategias de desmantelamiento de instituciones, programas y apoyos del campo han ocasionado que “la producción agropecuaria prácticamente no exista”.
Rubén Treviño Castillo, coordinador de la oficina de la presidencia del sector campesino del PRI, advirtió que “si vamos a modificar la Ley Agraria habrá que combatir la renta de la tierra, la venta de los derechos y, sobre todo, el deterioro de la sociedad rural, de núcleos agrarios, asambleas y comisariados ejidales”.
En reunión de trabajo, donde la Comisión de la Reforma Agraria de la Cámara de Diputados, que preside el panista Ramón Ceja Romero, presentó la iniciativa que reforma el ordenamiento a la organización campesina, Treviño agregó que se debe reconocer la responsabilidad del Estado en la organización y desarrollo económico de los pequeños productores.
La comisión analiza reformar la Ley Agraria para otorgar mayor certidumbre jurídica a los derechos derivados de la propiedad social de la tierra, así como promover su aprovechamiento conjunto, entre la iniciativa privada, pequeños propietarios y ejidatarios.
Hugo Castro, miembro del consejo técnico consultivo de la CNC, destacó que no se puede proponer una reforma para ahondar en los errores que llevaron a prácticamente la inexistencia de la producción agropecuaria y a “enfrentar carencia de alimentos, que se pretende resolver vendiendo más para comprar más, como si se tratara de un changarro y no de un país”.
Agregó que la posibilidad de abastecimiento de productos básicos se acabará en el momento en que ya no haya el dinero para comprarlos y que por esto es preciso dar mayor impulso a la producción nacional. “Es necesario evitar la nulificación del carácter social del derecho agrario y no favorecer la enajenación y desincorporación de tierras ejidales y comunales”, acotó.
Hugo Castro resaltó que todo esfuerzo por modificar la Ley Agraria que data de 1992 necesita voluntad política para prosperar y no permitir la desincorporación del ejido mediante contratos de desarrollo rural con inversionistas y comerciantes.