■ La ola de agresiones se ha incrementado desde que el sol azteca gobierna Chiapas, dicen
Denuncian zapatistas el despojo de sus manantiales; acusan a perredistas
■ Sostienen que sólo por no pertenecer al PRD las autoridades desoyen sus reclamos
San Cristóbal de las Casas, Chis., 1º de junio. El hostigamiento contra las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en distintas comunidades de Zinacantán (en especial por despojo de sus manantiales y del suministro municipal de agua) empezó, curiosamente, al llegar al poder municipal y estatal el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 2001. El problema data del sexenio de Pablo Salazar Mendiguchía, quien nunca lo tomó en cuenta; en lo que del gobierno de Juan Sabines las cosas siguen igual, y por momentos peor.
Para la junta de buen gobierno (JBG) de Oventic, Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, el despojo del único manantial de las bases zapatistas en la comunidad de Sok’on “es una muestra clara de la falta de voluntad de las autoridades municipales, estatales y federales” desde 2002. “No es posible que no puedan o no quieran resolver un problema como el de Sok’on, sólo porque las familias que pertenecen al partido en el poder se sienten con el derecho de despojar a las personas que no pertenecen a su organización”.
La autoridad autónoma argumenta que sus bases de apoyo tienen derecho al abastecimiento del manantial “porque desde sus antepasados, esa reserva del líquido les pertenece y lo han conservado mucho y lo han respetado así como lo hacían sus antepasados”. Además, los perredistas de la comunidad de Nachij (a la que pertenece Sok’on) cuentan con 11 yacimientos, tres de ellos “con mucha presión y hasta de sobra, y se está desperdiciando mucha agua en el tanque de almacenamiento”. Según la JBG, Nachij “no tiene motivo ni razón para apoderarse del manantial”.
Un mes atrás, el primero de mayo, llegaron a Sok’on los funcionarios Julio Roberto López Gómez, delegado del gobierno; Ángel Solórzano Lara, operador político, y Mariano López Pérez, de la subprocuraduría de Justicia Indígena. Los acompañaba el cacique de Nachij, José de la Cruz (conocido como Tzukipan)”. La seguridad pública “estuvo al tanto de lo que podía suceder”.
Se dijo que los funcionarios acudieron al lugar para celebrar el día de la Santa Cruz. Su presencia, considera la JBG, “es muy sospechosa, porque es la primera vez que funcionarios importantes llegan a una comunidad tan abandonada como Sok’on”. Al tenerlos allí, las bases zapatistas los interpelaron y “les ‘justificaron’ que Nachij cuenta con varios manantiales, y pudieron visitar alguno”. Así, “quedaron comprobadas las injusticias” de los perredistas.
La JBG llama a “que los ‘gobiernos oficiales’ se responsabilicen y resuelvan ya” el problema. “Nuestras bases de apoyo no pueden seguir sin el servicio de agua, porque sabemos perfectamente que ese manantial les pertenece”. Los zapatistas “siempre han tenido la voluntad pacífica para llegar a un acuerdo”, pero los perredistas, “conjuntamente con sus autoridades, no tienen voluntad, sólo tratan de imponer y humillar a los que no pertenecen a su partido”.
“Las y los zapatistas ya no somos inhumanos, sino humanos con dignidad, por eso queremos que este problema se resuelva pacíficamente”, concluye la JBG.