■ Alertan organizaciones sobre “elementos golpistas” de ruralistas
Productores argentinos convocan para hoy a paro general de labores
Buenos Aires, 1º de junio. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, viajó a Roma, Italia, para participar en la Cumbre Mundial sobre Alimentación, en momentos de tensión aquí, cuando continúa el paro patronal de productores del campo, quienes llamaron a industriales, comerciantes y otros a un cese general de actividades para mañana en el interior del país y anunciaron nuevas medidas que podrían concretarse a partir del próximo 3 de junio.
Con tono amenazante, el presidente de la Federación Agraria (FAA) de Entre Ríos, Alfredo de Angelis, convertido por los medios de comunicación en interlocutor cotidiano por su violencia oratoria, lanzó esta noche otra velada amenaza sobre duras medidas que tomarían por cuenta propia, más allá de las decisiones de las cuatro entidades rurales unidas en estas acciones.
Por su parte, el dirigente de la FAA a nivel nacional, Eduardo Buzzi, dijo a un medio local que el diferendo campo-gobierno podría resolverse con la mediación de la Defensoría del Pueblo de la Nación, aunque hay pocas expectativas, debido a la dura actitud que siguen asumiendo después que el gobierno modificó en forma favorable a los productores algunas de las medidas sobre retenciones anunciadas el pasado 11 de marzo, lo que disparó el comienzo de este largo conflicto. Mañana se tomarán nuevas medidas al finalizar el paro en la noche.
En las últimas horas hubo unos 200 bloqueos carreteros y esta noche un tractorazo en la ciudad de Gualeguaychú, Entre Ríos. El paro patronal en todo el país, llevado adelante por la FAA, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales (Carbap) y Coninagro, algunas de ellas representantes de los mayores grupos agropecuarios, se mantiene desde hace más de dos meses, con algunas treguas.
Diversas organizaciones populares, políticas y sindicales denuncian, por su parte, los “elementos golpistas” que subyacen en estas actividades patronales, comparándolas con otras similares que precedieron golpes de Estado. Más de mil intelectuales calificaron de “destituyentes” las acciones de los productores en una carta pública de fuerte repercusión.
También la Confederación de Trabajadores de la Educación de Argentina (Ctera) publicó una carta pagada, en la que se oponen a los anuncios de los productores de instalar una carpa blanca, como las que impusieron los maestros en los años 90, cuando luchaban por reivindicaciones, y que se convirtió en uno de los hechos de resistencia popular más importantes de los últimos tiempos.
Stella Maldonado, secretaria general de Ctera, dijo que no se adherirán a un paro de actividades convocado por esas entidades y se mostró indignada porque quieran emular la carpa blanca para defender “intereses antagónicos, en este caso, con los intereses populares”.
Advirtió que “hacer retroceder al gobierno en su política de retenciones como insisten los productores significa maniatar las posibilidades de intervención del Estado y de su obtención de recursos”.
En tanto, la decisión de un juez federal de la localidad de San Nicolás, que ordenó el pasado 30 de octubre detener a ocho productores agrarios que intentaban bloquear una carretera importante y fueron liberados después de unas horas, produjo nuevos enfrentamientos con el gobierno. El magistrado fue avalado por el fiscal Juan Murray y también se acusó a los dirigentes Buzzi, de FAA; Mario Llambías, de Carbap; a la política radical Margarita Stolbizer y a la fundadora de Pampa Sur, Carmen Alarcón, de haber participado en un bloqueo de la carretera en San Pedro, donde hubo incidentes el pasado 19 de marzo.
De inmediato la derecha acusó al gobierno y tomó una fuerte iniciativa Elisa Carrió, de la centroderechista Coalición Cívica. Tanto el fiscal que ha tomado medidas similares en otros casos, que también demanda ahora por la responsabilidad de algunos productores en el incendio de pastizales que provocó serios accidentes el mes pasado, negó enérgicamente que la justicia responda al gobierno.
Como parte de todo este clima enrarecido el empresario y legislador Francisco de Narváez, de la derecha peronista, ligado al ex presidente Eduardo Duhalde, advirtió que “una fuerte coalición puede acabar con el kirchnerismo, y destacó que “los argentinos no están dispuestos a aceptar la anormalidad como forma de vida”, mientras se vaticina un nuevo “diciembre del 2001, y varios medios son acusados por diversos sectores de alentar estas situaciones.