■ Con este título culmino cinco años de salvar equipos: Guzmán
Nos hicimos fuertes con base en sufrimientos, dijo Oswaldo Sánchez
Ampliar la imagen El portero del Cruz Azul, el debutante en liguillas Yosgart Gutiérrez, se lanza ante un disparo de la delantera verdiblanca, mientras Foto: Víctor Camacho
Ampliar la imagen Julio César Domínguez detiene al ecuatoriano Christian Benítez. Foto: Reuters
Torreón, Coah., 1º de junio. Oswaldo Sánchez, capitán del Santos Laguna, levantó el trofeo de monarca y gritó a todo pulmón: “¡Somos campeones, putos!”
El veterano arquero encabezó a sus compañeros en el festejo del título del torneo Clausura 2008, con quienes dio la llamada vuelta olímpica en el atiborrado estadio Corona, que festejó en grande el tercer título en la historia del plantel.
Luego, un poco más sereno, el guardameta destacó que el equipo “fue diseñado para salvarse del descenso y ahora resulta que somos monarcas... este plantel se hizo fuerte con base en sufrimiento. Somos justos campeones porque este cuadro ha sido el mejor en los dos recientes torneos”.
Explicó que la fortaleza de la escuadra de la Comarca es “la unión de grupo” y alabó el trabajo de Daniel Guzmán y del directivo Alejandro Irarragorri: “ellos unieron al equipo”.
También mencionó que aprendieron del torneo pasado, cuando Pumas los eliminó luego de haber sido superlíderes. “En el partido de semifinal nos metieron muchos goles y aprendimos que la liguilla hay que ganarla, no jugar bien.”
Por su parte, el timonel Daniel Guzmán también resaltó todo lo que su escuadra tuvo que superar para coronarse.
“Fueron dos años de sufrimiento –expresó el Travieso–. Con este título culmino cinco años de andar salvando equipos. Ahora soy un técnico más experimentado, más completo y todo lo que viví antes me ayudó.
“No hay mejor alegría en el mundo que ganar la copa y eso es producto de esfuerzo y concentración. Toda la vida soñaba con este momento.”
Guzmán, quien se coronó por primera vez como entrenador, mencionó que su equipo ahora jugó con más inteligencia que en torneos previos. “En la liguilla no sirve de nada ser ofensivo y descuidar atrás”, definió.
Autor de la primera anotación que devolvió la tranquilidad a su equipo, el argentino Daniel Ludueña destacó que “gracias a Dios pude aportar un gol en un momento importante, con lo que agarramos confianza en un momento muy difícil del partido”.
El Hachita fue relevado del juego y durante las celebraciones caminó con dificultad debido a su lesión. “No estaba en mi mejor momento, pero pude aportar algo. Me duele mucho la pierna, pero el cuerpo técnico me tiene una confianza bárbara”, expresó.
Otro que jugó resentido toda la liguilla fue el central Fernando Ortiz, quien tuvo que ser infiltrado, porque “había que jugar de cualquier manera... pero lo más importante fue el esfuerzo de todos mis compañeros”.
A su vez, Fernando Arce dijo sentir “una alegría muy grande” y explicó que ganaron el cetro debido a que “jugamos en forma inteligente y de manera intensa”.
El mediocampista recordó que es su primer torneo con el equipo “y me tocó la fortuna de anotar (en el primer partido en el estadio Azul) un gol que dio esperanzas al equipo”.
El ecuatoriano Christian Benítez también fue de los más emocionados. “Desde que llegué a México dije que venía a conseguir algo importante y gracias a Dios se dio. Se nos complicó un poco, pero finalmente lo conseguimos”, expuso, y dedicó el cetro a Ecuador, a los fanáticos del Santos. “y me llevaré este recuerdo para siempre en mi corazón”.
Rafael Figueroa, de las fuerzas básicas de la institución, dedicó el campeonato a los aficionados del equipo lagunero; “que siempre nos apoyaron en las buenas y en las malas”, mientras Juan Pablo Rodríguez señaló que el cetro es “una recompensa del trabajo que se ha hecho en los recientes dos años en el club y creo que lo merecemos”.