■ La muestra de la mexicana Teresa Rubio se presenta en el Centro Cultural San Ángel
Peregrinaje, un recorrido por el mundo interior para comprender lo que nos rodea
■ Ahí está la tranquilidad que nos ayudará a sobrellevar los problemas, asegura la artista
La artista mexicana Teresa Rubio deja que afloren desde el silencio de su interior, el dolor, la belleza y la vida, para comprender el mundo que la rodea y compartir su mayor pasión: la pintura.
La exposición Peregrinaje, que alberga del 1º al 13 de junio el Centro Cultural San Angel, reúne 36 obras realizadas en los recientes cuatro años. “Cada obra –explicó la pintora– responde a un momento en este peregrinaje de mi mundo interior y plástico, que lo conforman el tiempo, el espacio, la luz y el color.”
Durante la inauguración de la muestra, que se realizó este domingo, Rubio detalló que su proceso creativo es fascinante desde que empieza a recorrer el papel arroz: “en el primer acercamiento expreso lo que siento. Me doy permiso de ser y no dejo que mi mente intervenga y juzgue; luego recorro tres veces el papel arroz y agrego color, luz, textura y espacio; después selecciono algunos de los segmentos que más me conmueven y representan las cualidades que busco en mi interior, como la espiritualidad, la quietud o la abundancia”.
Aclaró que no busca pintar un atardecer o un paisaje de la naturaleza, ya que expresa con libertad y su obra surge de manera espontánea. “Tengo un camino espiritual y, cuando uno tiene una búsqueda interior para ser mejor, se enriquece desde adentro y puede expresarse con mayor fuerza.”
Peregrinaje es el fruto de cuatro años de exploración y creación en acuarela sobre papel arroz. Es una propuesta innovadora que conjuga elementos de oriente y occidente y va más allá de la acuarela tradicional.
“El arte tiene una función importante en la sociedad y nutre el espíritu. El arte habla de los momentos de la historia, de lo que sucede en el mundo; hay artistas que mediante sus obras se refieren a temas políticos, al dolor humano o la pobreza; en mi caso, decidí plasmar la belleza de la vida porque también existe en este mundo.
“He descubierto que en el mundo interior está la tranquilidad que nos ayudará a sobrellevar los problemas económicos o sociales que afectan a la sociedad”, explicó Rubio.
Para reflejar la belleza de la vida, la artista eligió el papel arroz, que “viene de las culturas orientales, es sutil y a la vez fuerte, delicado, adaptable”. Como técnicas utilizó la acuarela y el temple, mientras que el color ocupa un valor importante en su forma de expresión.
En su intervención en la inauguración, el artista boliviano Huoscar Taborga expresó que “el lenguaje expresivo de las obras que conforman Peregrinaje se caracteriza por la escisión entre dos naturalezas, entre dos existencias: la que estructura, que une el camino de la obra, y la que contiene el ritmo de la marcha, juzga y premia”.
El maestro de Rubio explicó que juntos desarrollaron las técnicas básicas del agua, la acuarela, el movimiento y el color; del mismo modo, exploraron distintos lenguajes de la expresión y el realismo figurativo, retrato de extraordinaria calidad y expresión.
El anhelo por comprender la vida y la existencia llevó a Teresa Rubio a un peregrinaje interior vinculado al arte, primero organizando exposiciones de pintura para promover a jóvenes artistas y luego se aventuró para no dejar en el tintero lo que el destino le había regalado: su pasión por pintar.
“La pintura es mi vida, es una pasión que me ayuda a expresarme. El poeta se relaciona a través de la palabra y el pintor lo hace mediante el color, la luz, y la pintura es una forma de expresión muy importante.”
La muestra Peregrinaje permanecerá abierta al público hasta el 16 de junio en el Centro Cultural San Angel (avenida Revolución, esquina Madero s/n ).