■ Rechaza Mouriño valoración unilateral al ejercicio de los recursos
Inaceptables, condiciones de EU a la Iniciativa Mérida
■ La colindancia con el mercado consumidor de drogas más grande del mundo ha supuesto desafíos en materia de seguridad, sostiene
Ampliar la imagen El secretario de Gobernación, al emitir su mensaje Foto: Notimex
El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, rechazó ayer los términos en que el Congreso de Estados Unidos pretende condicionar la Iniciativa Mérida, al considerar que la introducción de esquemas de valoración unilateral al ejercicio de los recursos son “inaceptables para nuestro país”. Estas evaluaciones ajenas a la bilateralidad “son profundamente contrarias a su objetivo y espíritu”. Su incorporación sería por ello –insistió– “inaceptable”.
Al ofrecer un mensaje en Bucareli –no se aceptaron preguntas de la prensa–, el funcionario fijó la posición del gobierno mexicano frente al rumbo que ha tomado la Iniciativa Mérida, la cual reivindicó como una propuesta del presidente Felipe Calderón. Enfatizó que “México no solicitó asistencia unilateral”, ya que hizo un planteamiento responsable para impulsar una mayor cooperación entre ambos países, que permitiera un mejor combate a la delincuencia organizada trasnacional.
Mouriño manifestó que cualquier esquema de seguimiento o verificación, de identificación de metas y de mediciones de efectividad “debe ser acordado entre ambas partes y tener un carácter genuinamente bilateral, que garantice el pleno respeto a la soberanía y a la legislación interna de México y Estados Unidos”.
Con ello se hizo pública y formal la postura que ya se había deslizado en la reunión de gobernadores fronterizos, que tuvo lugar la semana pasada cuando, en una valoración privada, se habló de que los términos que se perfilaban eran preocupantes y de la necesidad de modificarlos para “hacerlos aceptables”.
El secretario de Gobernación manifestó que el gobierno mexicano sigue con interés el debate en ambas cámaras estadunidenses –del que dependerá el destino de la iniciativa–, y señaló: “Esperamos que la decisión que adopte el Legislativo estadunidense contribuya a impulsar la cooperación bilateral a niveles más amplios e integrales, y que marque el inicio de un ejercicio de corresponsabilidad en beneficio de nuestra sociedad”.
En este sentido, consideró que la Iniciativa Mérida permitirá concretar esfuerzos coordinados en la lucha contra el narcotráfico, que representa una “amenaza común”. Dicha cooperación se realizará a partir de un esquema de “responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la soberanía y a la jurisdicción de cada uno de nuestros países”.
Destacó que el consumo de drogas representa un problema de salud y social en Estados Unidos pero, en el caso de México, la colindancia con el “mercado consumidor más grande del mundo” ha supuesto desafíos en materia de seguridad. “La demanda estadunidense constituye la fuente principal de los recursos financieros de las organizaciones criminales que actúan en nuestro país.”
Sin duda, dijo Mouriño, el crimen organizado y el narcotráfico constituyen en la actualidad la “mayor y más inmediata” amenaza a la sociedad mexicana. Mouriño estimó que para México no sólo representa un problema de salud pública asociado al consumo de drogas, sino también por la violencia que genera, la inseguridad que conlleva y porque implica un reto significativo “a la seguridad misma del Estado mexicano”.
Reconoció que las organizaciones criminales tienen “capacidad de fuego, de corrupción y de corrosión de las instituciones públicas y privadas”, que es proporcional y consecuencia de la rentabilidad que representa el mercado mundial de las drogas.
Mencionó que la propuesta mexicana de la Iniciativa Mérida pretende enmarcarse en la necesidad de una cooperación internacional para hacer frente a este fenómeno, y es una respuesta a “los retos que derivan de nuestra vecindad inmediata” con Estados Unidos, donde existe el mayor consumo de estupefacientes.
Bajo esta lógica se requiere una “genuina cooperación bilateral”, porque el problema que supone el activismo de estas bandas delictivas no es exclusivo de México; de ahí la necesidad de cooperación, para enfrentar al enemigo común. A decir del funcionario, “ése es el gran mérito de la Iniciativa Mérida propuesta por México en el año 2007 y aceptada por el gobierno de Estados Unidos”.
Más adelante señaló que la lucha contra el narcotráfico supone un ejercicio transparente de los recursos empleados en ella, la vigencia plena del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, así como la presencia en el debate de las organizaciones civiles y el desarrollo de sistemas de control efectivos de los funcionarios involucrados en estas tareas.