■ Anuncia la autoridad de la zona campaña de concientización para no tirarlos al piso
Limpian de chicles el Centro
■ Al margen de la mala imagen que dan, significan un riesgo a la salud, dice Ricardo Jaral
Ampliar la imagen Marcas dejadas por los chicles que fueron retirados en la Primera Cerrada de 5 de Mayo, en el Centro Histórico Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen La Autoridad del Centro Historico dispuso máquinas especiales para despegar gomas de mascar de las aceras Foto: Roberto García Ortiz
A pesar de que fue remozado recientemente, la imagen del Centro Histórico ha comenzado a verse deteriorada debido a las decenas de gomas de mascar que son arrojadas al piso por transeúntes. Ante ello, la Autoridad del Centro Histórico (ACH) puso en marcha un programa para despegar los chicles pegados en el suelo de la zona.
Las primeras acciones de limpieza comenzaron en las calles Francisco I. Madero y 5 de Mayo, y en algunos callejones, donde este martes se pudo observar a una cuadrilla de trabajadores del gobierno capitalino haciendo esta labor con apoyo de varias máquinas de vapor.
Ricardo Jaral, coordinador ejecutivo de Conservación del Espacio Público de esa autoridad, dijo que a la par se iniciará una campaña de concientización entre residentes y visitantes para que no arrojen estas golosinas al suelo, pues significan un problema de salud.
Chicles pegados en el piso hay en prácticamente todas las ciudades del mundo y es espeluznante, señaló el servidor público, quien mencionó que sólo en el centro se pueden llegar a contar hasta 70 gomas de mascar por metro cuadrado, lo que podría ser equivalente a 25 por ciento de la superficie del Centro Histórico con chicle pegado.
El problema es que estos productos son orgánicos y aún en el piso conservan un sinnúmero de bacterias, “porque al fin de cuentas el chicle, al tener propiedades adhesivas, se le pegan todo tipo de bacterias que son nocivas para la salud, amén de la mala imagen que provocan”, agregó.
Detalló que despegarlos del piso no resulta sencillo, pues si se intenta retirar con una espátula, para empezar, las personas que tuvieran que hacerlo se lastimarían la espalda, pues tendrían que hacerlo hincados, si tuvieran que hacerlo por medio de una sustancia, ésta podría ser tóxica y provocar problemas en los pulmones, lo que se convertiría en un problema para los empleados del gobierno de la ciudad, independientemente de la lentitud con la que se puede hacer este trabajo, añadió.
Agregó que por ello fue necesario contratar máquinas específicas para el retiro de estos desechos, las cuales funcionan a base de vapor y de un líquido especial que inhibe las propiedades adhesivas de los chicles y que de alguna manera los desaparecen, ya que son aspirados.
El costo por quitar uno de estos productos es de alrededor de tres centavos, agregó el entrevistado, quien señaló que los trabajos de limpieza se iniciaron con 10 máquinas de la empresa Kepter International, que hasta el momento han permitido retirar unos mil 200 chicles de las banquetas del Centro Histórico en jornadas de ocho horas.
Durante un recorrido por el primer cuadro se pudo apreciar que una de las aceras más afectadas es 16 de Septiembre, entre las calles de Palma e Isabel La Católica, donde las huellas de las gomas se presentan a la vista como hongos.
Ricardo Jaral dijo que en breve se presentará la compaña de concientización para pedir al público que no tire al suelo las gomas de mascar usadas.