■ Piden además que se apruebe la siembra de otras semillas
Exigen productores acortar periodo de experimentación con transgénicos
Productores de maíz, soya y algodón sostuvieron que ante la crisis alimentaria el gobierno debe acortar el periodo de experimentación del maíz transgénico y autorizar ya la siembra comercial de otras semillas que desde hace 11 años se cultivan en el país.
“La crisis alimentaria requiere acciones inmediatas y por eso no hay razón para que se prolongue la decisión en torno a la siembra de las variedades de maíz transgénico que ya se cultivan en otros países, ni tampoco continuar con el burocratismo de los permisos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para sembrar soya y algodón genéticamente modificados, pues desde hace 11 años se realizan”, apuntó Jaime Sánchez Ruelas, presidente de la Fundación Produce, de Tamaulipas, en conferencia de prensa.
Acompañado por Carlos Salazar, secretario técnico de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México; Rubén Gastélum, presidente del sistema producto algodón de Sonora, y Salvador Coronel, del comité pro biotecnología de Campeche, insistió en que debe acortarse el periodo de experimentación con el maíz, porque “las variedades ya están suficientemente probadas”.
Salvador Coronel puntualizó que los productores no pretenden “brincarse las normas que se establezcan para la protección del maíz, sino utilizar una herramienta en la actual coyuntura”. En el caso de la soya, expuso, “durante 11 años hemos estado en fase de experimentación. ¿Hasta cuándo tenemos que soportar esta etapa?, cuando lo que hace falta es producción de la oleaginosa. Este año teníamos programado sembrar 7 mil hectáreas y la superficie se redujo a mil 500 hectáreas por ese burocratismo”.
En situación similar están los productores de algodón, agregó Rubén Gastélum, ya que seis meses antes del periodo de siembra (diciembre a febrero) deben solicitar el permiso correspondiente a la Semarnat, la cual responde tres días antes de que venza el plazo y eso ha provocado atrasos en las siembras y pérdidas a los agricultores. “Hemos apelado a la buena voluntad de las autoridades para que no atrasen más los permisos y señalado que es un cultivo que de extenderse ayudará a reducir la migración.” Actualmente, en el país se producen 600 mil de las 2 millones de pacas de consumo nacional.
Respecto de las acciones para proteger la economía familiar que promueve el gobierno federal, Carlos Salazar asentó que son un engaño para los campesinos, ya que los aranceles para granos y fertilizantes ya habían sido eliminados; en el caso de los agroquímicos, desde 2005.