■ Trabajadores exigen nuevo inmueble
Casi listo, plan para evitar reubicación de hospital
A casi tres semanas de que la Secretaría de Salud (Ssa) propuso la reubicación del Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro, los trabajadores avanzan en la elaboración de la contrapropuesta que presentarán a las autoridades, y se espera que este jueves la comisión encargada del tema dará a conocer sus avances en la asamblea sindical.
Los empleados mantienen su postura de rechazar la reubicación del hospital y exigir la construcción de un nuevo inmueble. Sin embargo, desde el pasado 15 de mayo, cuando Bernardo Bidart, director de Hospitales de Referencia de la Ssa, presentó el proyecto, han surgido diferencias de opinión entre los sindicalizados.
Un sector se pronunciaba por retomar el proyecto de renovación del hospital, que se elaboró en 2006, cuando la Ssa también pretendió cambiar la ubicación del siquiátrico infantil. Las autoridades dieron marcha atrás y el diseño fue guardado. Otro grupo se manifestó en favor de realizar un nuevo planteamiento, en el cual trabajan actualmente.
En lo que todos los empleados coinciden es en que mantendrán su exigencia de que se construya un hospital nuevo. “Si la Ssa lo va a poder hacer para el Instituto Nacional de Cancerología, creemos que no existe razón alguna para que les nieguen el suyo a los niños con enfermedades mentales.”
La propuesta, inaceptable
Insistieron en que es inaceptable la propuesta de la dependencia, de que el Juan N. Navarro se adapte a las condiciones físicas del inmueble ubicado en el predio que está enfrente a la sede actual del nosocomio. “Lo que necesitamos son instalaciones apropiadas y específicas para la atención de enfermedades mentales.”
En ese tono se manifiestan diversos grupos de trabajadores del siquiátrico infantil, y de entre ellos surge el comentario del convenio que supuestamente ya firmaron los representantes sindicales con las autoridades de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud para ceder el terreno de ese nosocomio al Instituto Nacional de Cancerología.
Oficialmente nadie les ha informado al respecto, pero varios aseguran haber visto el documento y entonces, dicen, se explica la “actitud pasiva” que ha mantenido el secretario general de la sección sindical, Eduardo Medina, cuyo nombre aparece entre quienes se supone firmaron el convenio mencionado.