■ En Tepic, Carlos Arámburo de la Hoz, de la UNAM, reitera el papel estratégico del área
Exhortan al sector privado a apoyar el desarrollo de la ciencia
■ El bajo financiamiento del gobierno refleja mayor interés de las autoridades por resolver lo urgente y no lo más importante, expresa
■ La institución necesita 20% más de recursos para nuevos proyectos
Tepic, 3 de junio. La ciencia y la tecnología son los motores fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad, por lo que México no puede hacerles caso omiso y está obligado a realizar una mayor inversión en esas áreas o de lo contrario “continuaremos en los últimos lugares” de crecimiento, aseguró Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de la investigación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, señaló que los bajos presupuestos que nuestro país destina a esas áreas son resultado de que las autoridades se interesan más por resolver lo urgente en lugar de hacerlo con lo más importante.
En entrevista en el contexto del Seminario Nacional de Fondos Mixtos, Evaluación y Prospectiva, realizado en esta ciudad y organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y por el Senado, el funcionario universitario señaló que “el país necesita incrementar la inversión para ciencia, tecnología e innovación, que si bien comienza a aumentar sus niveles, aún es escaso e insuficiente”.
Afirmó que si las autoridades han manejado una táctica de oídos sordos en torno de la atención a ciencia y tecnología es porque jerarquizan los problemas nacionales con base en lo urgente no necesariamente en lo importante, donde esos rubros no entran.
Contrario a ello, recomendó “desarrollar estrategias de mediano y largo plazos, para no resolver las problemáticas con inmediatez, sino con una visión sostenida y a largo plazo. Debemos responder a la pregunta de cómo resolver los problemas más importantes, porque así se solucionarán los más urgentes”.
En ese sentido, subrayó que debe existir una interacción “más estrecha y contundente” entre la comunidad científica y las instituciones educativas con quienes toman las decisiones, ya que sin inversión en ciencia, tecnología e innovación México continuará entre los últimos lugares de la lista de desarrollo de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
“Hay una relación lineal que demuestra que a mayor inversión en esas áreas, mayor desarrollo económico y social”, resaltó. Por ello, exhortó también a representantes de la iniciativa privada a tener una mayor presencia en la consecución y otorgamiento de apoyo para esas actividades “estratégicas para el país”.
Problema que también afecta a la Universidad Nacional
El funcionario universitario destacó que la falta de recursos afecta también el desarrollo científico en el interior de la UNAM, pues 80 por ciento del dinero para esa casa de estudios, incluido el que se dedica a la ciencia, se destina al pago de salarios, prestaciones y gastos operativos, y sólo el restante es para proyectos de investigación en todas sus áreas.
En términos globales, explicó, del presupuesto total (21 mil millones de pesos) aprobado para esa institución educativa, el 25 por ciento, poco más de 5 mil millones, son para el área científica; de esto, 80 por ciento se destina a sueldos, prestaciones y otros servicios.
Señaló que pese a los escasos recursos la UNAM genera entre 45 y 50 por ciento de la investigación nacional. Dijo que la universidad necesitaría al menos entre 15 o 20 por ciento más de lo que recibió este año para emprender nuevos proyectos, lograr expansión a otras entidades e interactuar con universidades estatales y dependencias del sector público.
Acerca del tema que se discutió durante el seminario, Arámburo de la Hoz subrayó la importancia de federalilzar los recursos de ciencia para los estados del país. “Debemos inyectar más presupuesto a esas áreas en el resto del país, es algo crucial. Es cierto que la UNAM requiere seguir obteniendo apoyo económico, pero al mismo tiempo las instituciones estatales necesitan mayor ayuda”.