Sesenta años de la Ópera más chica del mundo
Nueva York, 3 de junio. Tony Amato cumplirá dentro de poco 88 años. Es un hombre pequeño, con los dedos curvados por la gota, pero con los ojos llenos de energía. Este italiano de nacimiento es el corazón de la Ópera Amato de Nueva York, la más pequeña del mundo, con 107 asientos.
Pese a la competencia que tiene la sala –además doble– por parte de la Metropolitan Opera y de la New York City Opera, Amato consiguió que su pequeña casa se convirtiera en una institución del mundo de la música con mucho encanto, amor y entusiasmo.
Este 2008 la ópera cumple 60 años y el domingo 8 será el momento culminante de las celebraciones con el montaje de Cosi fan tutte, de Mozart.
El edificio de la calle Bowery no tiene ni seis metros de ancho, pero allí Amato y su equipo presentaron las más grandes óperas del mundo en formato “caja de zapatos”, pues la sala es más pequeña que la media de los cines.